La Franja de Gaza va a necesitar asistencia humanitaria durante años, advirtió este martes la coordinadora humanitaria de la ONU para la reconstrucción en esa región palestina, Sigrid Kaag, en una intervención ante el Consejo de Seguridad.
La política neerlandesa, nombrada el pasado 8 de enero, enumeró los distintos sectores donde se necesitará asistencia humanitaria a corto, mediano y largo plazo, en una intervención prevista dentro de sus comparecencias periódicas ante el Consejo.
Entre los más urgentes, mencionó «refugios dignos» mientras se reconstruyen las ciudades, restaurar los servicios de alcantarillado y de salud y rehabilitar escuelas y universidades; con posterioridad -recordó- se necesitará crear empleos, prestar asistencia mental y psicológica a las víctimas, apoyar a las ONG locales y asistir a los miles de personas que han quedado amputadas o paralíticas.
Todo ello -subrayó- «debe empezar de inmediato pese a las condiciones sobre el terreno, y se necesitará apoyo internacional».
Pero más allá de estos aspectos de tipo ‘técnico’, Kaag no dejó de señalar la dimensión política que debe contemplarse, y ahí subrayó «el papel crítico» que la Autoridad Nacional Palestina debe desempeñar en la Gaza del futuro, y para ello la comunidad internacional debe garantizar su estabilidad financiera y sus capacidades para ejercer sus tareas, recalcó.
Aunque la comunidad internacional se ha mostrado de acuerdo con el papel futuro de la Autoridad Palestina (ANP) en Gaza, esta idea tropieza con dos obstáculos: por un lado, Israel se niega a otorgar a la ANP ninguna responsabilidad futura, al acusarla de patrocinar el terrorismo tanto como Hamás, y ha sugerido alguna fórmula donde se entregue el Gobierno de la franja a países árabes ‘moderados’.
Por otro lado, la ANP, que controla con limitaciones el territorio de Cisjordania, pero no ha tenido ningún papel en Gaza desde 2006, está muy desprestigiada entre los propios palestinos, que según las encuestas simpatizan cada vez más con Hamás y otros grupos más hostiles hacia Israel. EFE