La salida de los cinco opositores de la Embajada argentina en Caracas conocida el martes ha alentado distintas versiones sobre las circunstancias de la liberación—con distintos matices que van de la solución negociada a la extracción— y, por otro lado, ha sumido en el silencio a Nicolás Maduro.
El País | Florantonia Singer y Naira Galarraga Gortázar
La Administración de Donald Trump hace referencia a una “operación precisa” que ha llevado al equipo más cercano de la dirigente opositora María Corina Machado, refugiado desde hace más de un año en la sede diplomática para eludir órdenes de arresto, a “suelo estadounidense”. La oposición, mientras tanto, se limita a asegurar que se trata de una “victoria de la libertad” y que lo sucedido ha sorprendido al Gobierno de Nicolás Maduro con el pie cambiado.
Un comunicado del equipo del Comando Con Venezuela, el que se organizó para la campaña presidencial de Edmundo González y que estaba encabezado por el equipo que estaba refugiado en la Embajada, han señalado que, “para sorpresa del régimen de Nicolás Maduro, lograron romper las cadenas de la opresión”. El texto está escrito en nombre de los cinco dirigentes liberados, que agradecen a Estados Unidos, Argentina y Brasil por su apoyo en las horas cruciales de la operación. Reiteran que el aparato chavista se negó “hasta el último instante a otorgar salvoconductos solicitados desde marzo de 2024”.
En la Embajada de Argentina estuvieron asilados hasta el martes Magalli Meda, jefa de campaña de Edmundo González; Claudia Macero, que encabeza el equipo de comunicaciones de Machado; Omar González Moreno, exdiputado a la Asamblea Nacional; Pedro Urruchurtu y Humberto Villalobos, todos ellos miembros de Vente Venezuela, el partido político de Machado. No hay detalles ni fotos de la operación ni de los liberados en sus nuevos destinos. Reuters señala que en una versión inicial del comunicado luego borrada de las redes sociales del Comando Con Venezuela se aseguraba que la operación fue “coordinada por Estados Unidos y otros aliados democráticos”. Esa frase fue borrada en una versión difundida más tarde.
Según la declaración, los cinco liberados relatarán su experiencia próximamente. “Pedimos esperar su espacio para sanar, reencontrarse con sus seres queridos y procesar esta nueva etapa”. El escrito agrega que “no descansarán” hasta lograr la liberación de más de 900 presos políticos que todavía quedan en Venezuela.
Mientras Maduro continúa su viaje por Rusia, del que la televisión retransmite cada paso, algunos medios de propaganda del chavismo han asegurado que las autoridades había concedido salvoconductos a los refugiados. El Gobierno de Brasil, por su lado, ha declarado que pese a sus intentos de gestionarlos nunca lo lograron. “Desde abril del año pasado, incluso antes de asumir formalmente la representación de los intereses argentinos, Brasil gestionó en numerosas ocasiones, al más alto nivel, la concesión de los salvoconductos necesarios, y ofreció trasladar a los asilados por vía aérea, con el fin de resolver diplomáticamente la crisis”, señala un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil. “Las gestiones reiteradas no fueron atendidas, lo que prolongó la difícil situación humanitaria en la residencia de la embajada argentina en Caracas, la cual permanecía rodeada por fuerzas de seguridad. El anuncio de la salida pone fin a este episodio y al drama vivido por los asilados durante más de 400 días”.
Diosdado Cabello es el único vocero del Gobierno chavista que se ha referido a lo ocurrido. Lo ha hecho 24 horas después de que se tuvo noticia en su programa de televisión Con el mazo dando. Según el ministro de Interior y Justicia, a cargo de los cuerpos policiales, Machado negoció la salida de mamá inicialmente y luego pidió “por los cuatro que estaban en la embajada”. El dirigente chavista afirmó que Claudia Macero, encargada de las comunicaciones de Vente, “salió por su cuenta” meses atrás de la embajada, el 20 de agosto.
La madre de Machado, Corina Parisca, según el ministro de Interior y Justicia, salió el 5 de mayo por el aeropuerto de Maiquetía en un vuelo rumbo a Colombia y mostró fotografías de la mujer en el aeropuerto y supuestas copias del pasaporte y del pase de abordaje que mostró en el canal del Estado VTV. “Ella quitarse de encima a su mamá y mandarla para un asilo”, dijo el funcionario para mofarse de la líder de la oposición y aseguró que los que estaban en la embajada “podían salir y entrar como perro por su casa”, pese a la enorme custodia policial desplegada en los alrededores de la residencia diplomática.
El Gobierno de Brasil no fue avisado de antemano sobre la operación, según una fuente diplomática brasileña implicada en la gestión del asunto; El Gobierno brasileño entiende que el asunto era secreto y que la prioridad era la integridad de los opositores. La fuente niega que el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, participara en ninguna negociación sobre el episodio final del que se conoce el resultado —los asilados alcanzaron territorio estadounidense— pero poco más.
Brasil era el encargado de la interlocución política con el Gobierno de Maduro sobre los opositores asilados, pero no tenía diplomáticos ni otro personal en la legación. A partir de abril de 2023, el canciller brasileño, Mauro Vieira, y su equipo hicieron numerosas gestiones ante las autoridades venezolanas, junto a otros países, como Suiza, el Vaticano, Colombia…, en busca de una salida pacífica al contencioso y para garantizar el bienestar de los refugiados en la embajada, según la mencionada fuente. Es decir, para que el chavismo les permitiera abandonar el país, autorizara la llegada de medicamentos, de alimentos o permitiera la entrada de un grupo electrógeno. “Este ha sido el tema bilateral prioritario”, añade, desde que Brasilia congeló sus relaciones con el régimen de Maduro por el fraude en las presidenciales.
Durante estos más de 13 meses la sede diplomática se convirtió en una fortaleza. El Gobierno de Maduro desplegó funcionarios de distintos cuerpos de seguridad en los alrededores de la vivienda. También se instalaron en viviendas adyacentes, desde donde les monitoreaban de cerca. En los alrededores había puntos de control de los servicios de inteligencia. Los políticos padecieron cortes de electricidad que se prolongaron por semanas y el bloqueo del acceso a agua, alimentos y medicinas.
A finales de marzo, Cabello declaró en una rueda de prensa que el Gobierno rechazaba de plano negociar la salida de los asilados. “Se metieron en la Embajada argentina, nadie los obligó. Usaron ese espacio para conspirar y ahora piden que los ayuden a salir. Que resuelvan el problema como ellos lo crearon. Se metieron en la Embajada de un gobierno fascista para hacer lo que les diera la gana”.
Los diplomáticos tanto de Argentina, que fueron expulsados en julio pasado con la ruptura de relaciones con Venezuela, y luego de Brasil, que asumió la custodia de la representación, no tuvieron mayor acceso a los refugiados, según denunciaron ellos mismos en diciembre, cuando decidieron dar una rueda de prensa por Zoom para informar de la situación en la que se encontraban. Entonces habían quedado solos en la residencia, pues el personal local de la legación diplomática —choferes, cocineros y encargados de mantenimiento— había sido retirado por seguridad. Fue la respuesta a la detención del gendarme argentino Nahuel Gallo y de Marino Mendoza, un conductor que prestaba servicio a la institución y fue apresado por “traición a la patria” y “terrorismo” en diciembre pasado, cuando se intensificó el asedio policial a la embajada.
Machado, que desde septiembre pasado vive en la clandestinidad, no ha vuelto a dar información sobre la salida de los dirigentes ni ha confirmado las versiones que aseguran que su madre, Corina Parisca, salió también del país. Edmundo González, exiliado en España luego de una negociación con el Gobierno, ha afirmado que la liberación es “una prueba de que el régimen no es impenetrable”. Desde X ha comentado este miércoles: “Omar, Magalli, Pedro, Claudia y Humberto ya están a salvo. Tras más de un año de encierro injusto en la embajada Argentina, en Caracas, su liberación es una victoria de la dignidad frente al abuso, y una prueba de que el régimen no es impenetrable, se resquebraja desde adentro”.