Un millón de personas en 15 días. Esa es la legión de seguidores que ha conseguido reunir Julia Faustyna con la ayuda de una rocambolesca teoría a la que muchos no dan crédito. Y es que parece sacada directamente de una película. La joven polaca asegura ser Madeleine McCann, la niña inglesa que desapareció en 2007. No obstante, sus argumentos no convencen en absoluto a las autoridades. Ni a las de su país ni a las inglesas. A pesar de su vehemencia, no todo el mundo toma en serio la historia de Faustyna.
La muchacha reside actualmente en la ciudad de Wroclaw, y tiene 21 años. O eso cree. Uno de los principales motivos esgrimidos por Scotland Yard para justificar su profunda desconfianza es que, de estar viva, Madeleine tendría 19 años, y no los 21 de Faustyna. No obstante, la polaca explica esto diciendo que ella jamás ha tenido acceso a su partida de nacimiento, por lo que podría tener menos edad de la que había creído hasta ahora.
Lo que es innegable es que la protagonista de esta historia, esté o no diciendo la verdad, no tiene miedo de ser sometida a escrutinio. Ella misma ha suplicado a los padres de la niña desaparecida que la sometan a un examen de ADN para poder probar su versión de los hechos. Por el momento, no se tiene conocimiento de la decisión de la familia de Madeleine respecto a la propuesta. La policía británica sentenció que, al estar seguros de la inverosimilitud de la historia, no se implicará en modo alguno en la posible realización de estos test. Parece que, ahora mismo, todo juega en contra de Faustyna.
Muchas teorías
Pero, ¿por qué descartan las autoridades británicas este caso con tanta rapidez? Pues porque lo dice la tecnología. Los investigadores utilizaron un sofisticado sistema de envejecimiento artificial usando fotografías de Madeleine cuando tenía apenas tres años. Los resultados fueron contundentes. Se llegó a la conclusión inequívoca de que no había prácticamente ningún parecido entre el rostro de Julia Faustyna y el que, según la simulación, tendría la niña desaparecida si siguiera viva.
Por su parte, la policía polaca se ha adherido a la explicación elevada por sus homólogos en Reino Unido. En una entrevista con un periódico local, el jefe del cuerpo de Wroclaw descartó rotundamente la teoría sostenida por Julia Faustyna. Esto ha enfurecido a la joven, que ha tildado a los agentes de embusteros. En las redes sociales, no son pocos los que respaldan a la muchacha y ven en su historia un viso de sinceridad. Pero esto no es suficiente para convencer a las instancias oficiales, que permanecen enrocadas en su negativa a llevar más lejos la investigación.
Faustyna asegura que no existe ninguna prueba de que sus supuestos padres actuales sean sus progenitores biológicos, pues nunca se ha hecho pruebas para determinarlo. Por eso, pide que todo se esclarezca a través de exámenes genéticos que destierren la sombra de la duda. Otra de las teorías que pululan por la red es la de que, a pesar de que Faustyna no es realmente Madeleine, tampoco es una farsante. Algunos usuarios creen que la chica está genuinamente confusa acerca de su identidad, y que al menos hay honestidad en los motivos que la han conducido hacia su solitaria cruzada.