Entre el gobierno nacional, Corpomiranda y la alcaldía dejaron “un montón” de obras incompletas, paralizadas, mal ejecutadas o prometidas en la ciudad de Los Teques, cuyos montos y pérdidas, reseña el politólogo Sergio Graffe, son incuantificables debido a que los presupuestos originales fueron modificados sin control de ningún tipo y no hay expectativas de que puedan ser concluidas o investigadas.
La lista es larga y los montos son millonarios; “lo peor es que no existe informes públicos de algún órgano contralor ni la explicación de ninguna autoridad sobre la magnitud de las pérdidas a pesar de que muchas obras tienen más de nueve años en ejecución, como el Mercado para la Economía Informal “Hugo Chávez”, en La Hoyada, que lo iniciaron durante el periodo del alcalde Alirio Mendoza y al que le asignaron más de 100 millones de bolívares provenientes del municipio en una primera fase y luego del poder central”, reseñó Graffe.
Otro “elefante rojo” es el teatro municipal frente a la propia alcaldía, reseña está en abandono tras servir incluso como residencia para una familia damnificada; agrega el caso de la Circunvalación Guaicaipuro, que no tiene alumbrado ni rampa de frenado y le falta más del 70 % del proyecto original que supuestamente conectaría con la carretera Panamericana por el sector de Los Lagos, donde construyeron un distribuidor que –según el politólogo- es una guillotina por la ausencia de una señalización adecuada y se hacen lagunas cada vez que llueve porque las terrazas se están derrumbando y el lodo cae en la parte de abajo.
Graffe detalla que a los casos anteriores hay que sumar el del Tren del Encanto, cuya inauguración fue prometida hace años y las instalaciones están destrozadas o se las robaron; sólo se salvó el vagón – violando que se trata de un patrimonio- fue convertido en una venta ambulante de comida y cerrado posteriormente.
El caso del Metro merece un punto especial porque el prometido tramo hasta San Antonio apenas llegó hasta el puente de Carrizal y tampoco concluyeron la estación Ayacucho, en la carretera vieja; “y de paso, la redoma de La Matica la desbarataron y ahora hay un mamotreto que causa colas interminables a toda hora en la Panamericana”.
-Pero la “mamá” de las estafas públicas es el supuesto Abasto Bicentenario que se iba a construir en Los Cerritos y que contó con una asignación directa del propio Maduro de 50 millones de bolívares desde el año 2.013 y nadie conoce el destino de esos recursos y ya se sabe que tampoco lo van a ejecutar.
Aseguró que buena parte de estas obras deben ser investigadas a profundidad por los órganos contralores competentes porque algunas fueron presupuestadas por una cantidad exagerada de recursos; otras no fueron ejecutadas por completo y no se sabe qué paso con el dinero asignado; además, no se tiene claro si fueron sometidas a los procesos de licitación contempladas en la Ley de Contrataciones Públicas, como la rehabilitación de la avenida Independencia que debió ser por concurso público abierto de acuerdo al monto de la obra, pero el exalcalde Garcés lo mantuvo en secreto.
-Cuando se hace un balance general en el municipio Guaicaipuro durante los últimos 20 años permite determinar que sufrió una involución catastrófica porque con la “revolución bolivariana” llegaron grandes problemas como el de la basura, la elevación de los niveles de criminalidad, la anarquía de la economía informal, las invasiones descontroladas, el deterioro de la vialidad; y de paso dejaron un “cementerio de elefantes rojos” regados por todas partes.
Redacción El Tequeño
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