Más de 100 barcos aguardan para cruzar el canal de Panamá y la autoridad de la vía interoceánica ha limitado el número y calado de los que pueden transitarla, al mermar sus aguas como consecuencia de la sequía impulsada por el fenómeno climatológico El Niño.
“Es importante señalar que una reducción en el número de tránsitos diarios durante un período prolongado, aumentará el tiempo de espera para algunos buques, en particular aquellos que no obtienen una reserva”, advirtió en una orden para este agosto la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
En condiciones normales, el promedio diario de tránsito es de 36 buques, recordó el administrador del Canal, Ricaurte Vásquez, pero la nueva disposición permite el paso de apenas 32, de ellos 22 del tipo panamax (con hasta 4500 contenedores) y 10 neopanamax, que suelen cargar 9500 contenedores e incluso más.
La ACP además dispuso reducir el máximo calado -la profundidad que alcanza la parte sumergida de los barcos- de 15,24 a 13,41 metros, lo que incide en el peso que cada navío puede llevar al internarse en el canal.
Los cargamentos que cruzan la vía de 80 kilómetros entre los océanos Atlántico y Pacífico tienen un valor estimado en 270 000 millones de dólares anuales y más de 70 % de ellos va a la costa este de Estados Unidos –principalmente desde Asia- por lo que las demoras presagian alzas en los precios finales en sus destinos.
También es intensamente empleado para las exportaciones e importaciones de Chile, Ecuador y Perú hacia y desde Europa y la costa este de América del Norte.
Por otra parte, el atasco mermará entre 250 y 300 millones de dólares los ingresos de Panamá en el ejercicio anual octubre 2023-septiembre 2024. El año pasado los ingresos por peajes en el Canal alcanzaron los 2500 millones de dólares.
Inaugurado en 1914 y ampliado desde 2016, el canal registra al año más de 13 000 tránsitos de buques, principalmente con contenedores o graneleros, pero también petroleros y gaseros, que a través de 180 rutas llegan a 1920 puertos en 170 países.
Cada tránsito moviliza 200 000 metros cúbicos de agua hacia las esclusas que superan el desnivel entre los océanos, y parte del recorrido (33 kilómetros) se efectúa sobre el artificial lago Gatún, de 436 kilómetros cuadrados y un volumen ideal de más de cinco kilómetros cúbicos de agua.
Pero la sequía, acentuada al promediar 2023 por el fenómeno El Niño, ha comprometido los niveles de agua del lago y la alimentación de todo el canal.
El Niño es un fenómeno climatológico que calienta las aguas del centro y este del Pacífico ecuatorial, alterando los regímenes de lluvia en varias regiones. En el norte de América del Sur y en América Central aumenta la sequía, y en Panamá se teme que el fenómeno acentúe la tradicional temporada seca de finales de año.
Algunas lluvias recientes sobre el istmo mejoraron la situación del pequeño lago Alajuela, que también hace parte de la red hídrica en la zona, pero el lago Gatún, cuyo nivel de agua mínimo para operar es de 22,86 metros sobre el nivel del mar, está actualmente en la cota de 24,29 m.s.n.m.
Por otra parte, el sistema hídrico de Gatún-Alajuela y pequeños ríos tributarios abastecen el agua que consumen 55 % de los 4,5 millones de panameños, 1,5 millones de los cuales viven en Ciudad de Panamá.
Esa circunstancia replantea el debate sobre la necesidad de una labor conservacionista más intensa y de más obras y previsiones para abastecer a la población y a la vez mantener la indispensable vía interoceánica.
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