Las inundaciones en cuatro municipios de la región venezolana de Zulia, limítrofe con Colombia, dejaron en los últimos días bajo las aguas 18.000 hectáreas de sembradíos y ganados, afectando además los hogares de 32.000 familias, según balances de productores y autoridades.
Manuel Rosales, gobernador de ese estado —el más poblado del país— declaró este martes la “alerta máxima” por el desbordamiento de al menos ocho ríos por las lluvias y la ruptura de decenas de metros de los diques de contención en los municipios Francisco Javier Pulgar, Colón, Sucre y Catatumbo.
Según informaron las autoridades locales al diario digital El Pitazo, las viviendas de al menos 32.263 familias resultaron afectadas y, de ellas, 1.000 quedaron damnificadas y están recibiendo atención especial de los gobernantes.
Rosales, dirigente de uno de los principales partidos de oposición al gobierno del presidente Nicolás Maduro, aseguró que los productores agropecuarios son los más afectados por las inundaciones. Afirmó que numerosos miembros de su gobernación realizan programas sociales y de salud en la zona afectada.
El desbordamiento del río Chama inundó 12.000 hectáreas de siembra de plátano y otros rubros agrícolas, informó a la Voz de América el presidente de la Asociación de Ganaderos y Agricultores del municipio Colón, Carlos Butacci.
“El sector La Fortuna está metro y medio o hasta dos metros bajo las aguas. En otra parte, la zona de Guayabo (Catatumbo), se rompió el dique y el río Zulia se desbordó. No tenemos una cifra cierta de hectáreas afectadas allí, pero superan las 6.000”, aseguró el vocero del gremio ganadero y agricultor de Colón.
La Fortuna está inundada desde hace cuatro años, pero la vaguada reciente ha agravado la situación, advirtió Rosales, por su parte. En Sucre hubo pueblos afectados por el desbordamiento, hace dos años, del río Tucaní, agregó.
Butacci, por su lado, dio por sentado que la coyuntura afectará toda la producción de alimentos y ganadería en la zona. “El boquete [del dique] sigue abierto, no se pude hacer gran cosa. Los trabajos de infraestructura tienen que esperar a que disminuyan las lluvias. Es una situación dramática”, indicó.
Las inundaciones en esos municipios perjudicarán la producción de comida, anticipó. “Los plátanos comenzarán a escasear, aumentarán de precio, al igual que la carne de res”, dijo. Se prevé una reunión de las autoridades civiles de diferentes niveles de gobierno y las militares para solventar la problemática.
Butacci consideró que este ciclo de inundaciones es “uno de los más fuertes” de este siglo en el municipio Catatumbo, al menos. Acotó que los gremios económicos de la zona ya habían advertido sobre el posible desbordamiento de los ríos y las rupturas de varias secciones de los diques de contención.
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