Los legisladores ecuatorianos que investigaron el caso de Álex Saab, el presunto testaferro de Nicolás Maduro que ahora responde a la justicia estadounidense, se reunieron con el presidente de Colombia, Iván Duque, en el Palacio de Nariño.
Por Yalilé Loaiza | Infobae
El informe, que contiene comparecencias (10.000 fojas de documentos de respaldo y la hipótesis de cómo se habría lavado dinero a través del SUCRE –el sistema monetario de compensación de los países del ALBA) también se entregará al presidente del Senado colombiano, Diego Gómez, y a la Fiscalía General de la Nación de Colombia.
El presidente Duque dijo que los legisladores ecuatorianos realizaron una exposición “clara, larga y certera” de una extensa investigación de “una operación transnacional de lavado de activos, de blanqueo de dineros y financiamiento ilegal de actividades políticas que tienen como cerebro a Álex Saab y en el que han participado personas cercanas de gobiernos de varios países incluyendo al régimen dictatorial de Venezuela, a anteriores gobiernos del Ecuador y también políticos colombianos y personas vinculadas a la contratación estatal”.
El presidente de Colombia recibió a los legisladores ecuatorianos que investigaron la trama de corrupción instalada por Saab y que habría permitido lavar dinero durante los gobiernos de Hugo Chávez y Rafael Correa.
El presidente de la Comisión de Fiscalización del congreso ecuatoriano, Fernando Villavicencio, sostiene que en 2011, Hugo Chávez, entonces presidente de Venezuela, y Juan Manuel Santos, ex presidente de Colombia firmaron un “acuerdo ficticio” que benefició a Álex Saab pues permitió que el empresario y su socio Álvaro Pulido crearan, en 2012, una filial ecuatoriana de Fondo Global de Construcciones (Foglocons) –originalmente constituida en Colombia.
La sucursal de Foglocons en Ecuador habría realizado exportaciones ficticias o sobrevaloradas hacia Venezuela. Foglocons debía enviar materiales de construcción a ELM Import y Thermo Group –también vinculadas a Saab–, para la construcción de 8.400 viviendas multifamiliares en Venezuela por USD 654 millones. La filial ecuatoriana de Foglocons firmó un contrato con ambas empresas por USD 465 millones, en diciembre de 2012, apenas dos meses de haber sido constituida, según explica el informe de la Comisión.
El documento aprobado por los legisladores ecuatorianos explica que las operaciones entre Foglocons Ecuador y ELM Import realizaron varias operaciones. En tres meses de operación, entre diciembre de 2012 y marzo de 2013, ELM Import “pagó por adelantado, con dinero del Banco Central del Ecuador, USD 159,8 millones a Foglocons, a través del Sistema Sucre”. Según los legisladores, el Banco Central del Ecuador emitía pagos Foglocons por USD 864.000 “casi a diario”. A pesar de aquellas operaciones que permitieron que Saab y Pulido reciban USD 160 millones por los pagos de material para construir viviendas populares en Venezuela, a ese país solo llegaron “paneles prefabricados solo por USD 3.1 millones”.
Para Villavicencio, el acuerdo firmado entre los entonces presidentes de Venezuela y Colombia fue una forma de utilizar “al Estado colombiano para garantizar los negocios de Alex Saab”. Villavicencio sostiene que “el presidente colombiano Juan Manuel Santos permitió usar a su país como fachada para legitimar el contrato entre Foglocons y ELM Import, la empresa venezolana de Saab que importaría las casas, que para la firma en Miraflores se encontraba inhabilitada para contratar en Venezuela”.
El caso Saab ha puesto la mira en personalidades políticas de alto nivel como los ex presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Ecuador, Rafael Correa. En el caso de este último, la comisión sostiene que la campaña de reelección de Correa fue financiada con el dinero obtenido a través de la trama de Saab, pues una contratistas de Foglocons Ecuador aportó dinero a la campaña del ex presidente a pocos días de haber firmado un cuantioso contrato con la filial vinculada a Saab. Incluso la Fiscalía General de Ecuador inició una investigación en contra del ex presidente por el presunto delito de peculado.
Otro nombre, que aparece en el informe de la comisión y que también ha motivado la visita de los legisladores ecuatorianos a Colombia, es el de la ex senadora colombiana Piedad Córdoba, que ha sido vinculada a Álex Saab y se la ha calificado como “madrina” del ahora investigado, no solo por la Comisión legislativa del Ecuador sino por el periodista Gerardo Reyes que en su libro Alex Saab. La verdad del empresario que se hizo multimillonario a la sombra de Nicolás Maduro, describe la relación con la ex senadora.
Según el informe de la comisión: “Piedad Córdoba era la ‘mujer de la revolución en Colombia’, la ficha de Hugo Chávez, la que mapeaba a los enemigos del chavismo en su país y enlistaba prioridades. Piedad era la elegida del chavismo para ser presidenta de Colombia para por fin terminar con las turbulentas relaciones con su vecino. Sin ser funcionaria, solo siendo la ‘elegida por Chávez’, se convirtió en la tramitadora de empresarios amigos con el gobierno de Venezuela”.
Uno de los documentos de respaldo que mostrarían un vínculo entre Córdoba y Saab es un viaje aéreo de julio de 2013, donde los nombres de la ex senadora colombiana, de uno de sus hijos y de Álex Saab aparecen como pasajeros de un avión de Saab que viajó desde Bogotá a Quito.
Ante las acusaciones, Córdoba se ha manifestado públicamente y en su cuenta de Twitter escribió: “Un tal Fernando Villavicencio, un politiquero de derecha de Ecuador, viene a montar una pantomima barata contra mí. Su odio contra el ex presidente Correa lo lleva a arrastrar a todo el mundo sin mirar a quién. Preparo proceso judicial contra ese miserable. Águilas no cazan moscas”. En un hilo también se dirigió a Villavicencio y escribió: “El que sí va a necesitar un buen abogado es usted porque lo voy a llevar a la justicia a responder”. Luego la ex senadora aseveró que no aceptará retractaciones ni conciliaciones y tachó al legislador ecuatoriano de “Miserable, oportunista”.
El sistema de corrupción de Saab habría ayudado a lavar al menos USD 2.000 millones entre los gobiernos de Hugo Chávez y Rafael Correa.