Moscú ya ha suspendido el suministro a Polonia y Bulgaria por negarse a sus exigencias en la forma de pago y amaga con hacer lo mismo con el resto de clientes europeos.
La Comisión Europea tiene previsto aprobar el 18 de mayo un plan de ahorro energético para hacer frente a una posible interrupción abrupta del suministro de gas ruso. Bruselas advierte de que en caso de emergencia las medidas afectarán a casi todos los socios de la UE porque los que disponen de otras fuentes de aprovisionamiento, como España, deberán compartir su gas con los países afectados por el corte ruso. Y Bruselas exigirá también que el racionamiento de la energía, que comenzaría por el sector industrial, se aplique de forma que las empresas de un país con pleno suministro no tengan una ventaja competitiva sobre las de los países golpeados por Moscú. Para intentar evitar el racionamiento, varios socios de la Unión ya han empezado a adoptar medidas de contención del consumo, que abarcan desde un impulso al transporte público hasta la bajada del termostato en edificios, servicios públicos o piscinas. Pero el riesgo de una emergencia energética gana enteros por momentos.
Según fuentes comunitarias, Bruselas esgrimirá el reglamento de seguridad del suministro, en vigor desde 2017, para imponer medidas que garanticen la llegada de gas suficiente a los clientes protegidos (hogares y servicios sociales esenciales) de todos los países y que mitiguen las consecuencias económicas y sociales de una posible emergencia.
Cada país afectado, según el reglamento, puede declarar en el ámbito nacional el nivel de emergencia e introducir sus propias normas de racionamiento. Además, los países con problemas de suministro podrán invocar la cláusula de solidaridad prevista en el reglamento comunitario, lo que obligaría a sus vecinos a atender su demanda.
Pero a la Comisión Europea le compete declarar una emergencia de carácter regional (cuando afecta a varios países) o a escala de toda la Unión si la crisis de suministro es generalizada, un escenario que se considera como el más probable si el presidente ruso, Vladímir Putin, opta por cerrar del todo los gasoductos que fluyen hacia Europa en el actual contexto de enfrentamiento por la invasión rusa de Ucrania. Fuentes europeas pronostican que si el corte de gas ruso es total, las medidas de contención previstas en el reglamento deberán adoptarse en casi todos los socios de la UE. “En unos porque les afecte directamente el corte. Y en otros, porque estarán obligados a reducir el consumo industrial para ayudar a los vecinos”, avisan estas fuentes.
Para leer la nota completa, pulsa aquí