Los líderes de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) continuaron este martes negociando la declaración de la cumbre que celebran en Bruselas, en la que la guerra en Ucrania sigue siendo uno de los principales escollos.
Según fuentes europeas, el último borrador del texto contiene una referencia al respeto a la integridad territorial de los países conforme a la Carta de Naciones Unidas, pero sin mencionar específicamente a Ucrania, una referencia que la UE sí quiere introducir.
«Es una pena que no podamos poner que hay una agresión rusa en Ucrania. Es un hecho», dijo el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, en declaraciones a la prensa a su llegada a la reunión que concluye hoy en Bruselas.
También el ministro de Exteriores de Chile, Alberto van Klaveren Stork, se mostró «muy sorprendido» de que algunos países de la Celac se opongan a una declaración sobre la guerra en Ucrania.
«Creemos que es una guerra de agresión. Esta es la postura (de Chile)», afirmó el ministro, que vio «muy difícil» que se pueda llegar a un compromiso.
El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, apuntó que anoche había «solo uno o dos países que se resistían» y dijo que «a veces es mejor que no haya conclusiones a tener un lenguaje que no significa nada».
Entre los países de la Celac, Nicaragua -aliada de Moscú- ha votado en contra de la condena a la invasión de Ucrania en las resoluciones de la Asamblea General de la ONU, y Bolivia, Cuba y El Salvador se han abstenido, mientras que Venezuela no ha votado.
El presidente de la Celac y primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, sí se mostró «bastante seguro» de poder llegar a un acuerdo sobre la declaración final de la cumbre.
Más encauzada, según las mismas fuentes, están las negociaciones sobre las referencias en el texto al pasado colonial de Europa en la región de América Latina y el Caribe, una de las principales demandas de Gonsalves.
EFE