La modelo italiana Camilla Fabri está casada con Alex Saab, preso en Estados Unidos por presunto lavado de dinero. La mujer reapareció en plena plaza Bolívar de Caracas para leer una carta en la que el empresario colombiano reiteró que no colaborará con la justicia estadounidense.
Rodeada de lujos e irregularidades
En 2019, las autoridades de Italia incautaron 1,8 millones de euros y 1 apartamento de lujo en Roma valorado en 4,8 millones de euros que estarían vinculados a Fabri. También se decomisaron 8 obras de arte y 1 tapiz, reseña Il Tempo.
Los resultados de las investigaciones señalaron que la propiedad estaba registrada a nombre de una empresa atribuible a la esposa de Saab. La policía fiscal de Italia tenía sospechas de corrupción internacional, tráfico ilegal de oro, lavado de dinero, malversación de fondos, entre otros delitos.
Medios locales dijeron que en las averiguaciones estarían involucrados empresarios colombianos que forman parte de una red de corrupción internacional que manejarían contratos para proveer los alimentos a los Comités Locales de Abastecimiento y Producción.
Fuentes aseguraron al medio colombiano El Tiempo que Saab envió mensajes al gobierno de Maduro pidiendo protección para su familia. En el país también habría estado Álvaro Pulido, socio del colombiano.
Il Tempo afirmó que la joven modelo, quien mantenía una vida bajo perfil al igual que su esposo, firmó en 2016 un contrato de alquiler de 5.750 euros mensuales (69.000 euros por año) por una casa en Parioli, un lujoso barrio de Roma.
La mujer logró huir un día antes del operativo. El Tiempo informó en ese momento que las autoridades verificaban si hubo algún tipo de filtración de información sobre el despliegue.
Un nivel de vida desproporcionado
Indicó el medio que la mujer comenzó a trabajar en 2012 en la tienda de una reconocida marca de ropa y, con aspiraciones de modelo, participó en un programa de televisión. Tenía un nivel de vida desproporcionado si se compara con los ingresos declarados ante las autoridades (1.800 euros mensuales).
Luego, en 2017 y teniendo un ingreso económico modesto, compró un vehículo Rover Range Evoque por la cantidad de 54.000 euros. Y, un año después, adquirió un edificio en Vía Condotti por 4,7 millones de euros. Según la hipótesis de investigación de la Guardia di Finanza de Italia, la modelo habría lavado el dinero de su esposo, de 49 años de edad.
La obtención de esos bienes se habría concretado por los movimientos de grandes sumas de dinero desde Reino Unido a través de la compañía Kinlock Investment, dirigida por Lorenzo Antonelli, cuñado de la modelo italiana. Los fondos presuntamente provenían de los contratos del colombiano con el gobierno chavista.
Tiene actualmente 27 años de edad (nació en 1994 en Fidene, un barrio a las afueras del noreste de Roma) y dos hijas, de 1 y de 4 años de edad. Camilla Fabri se habría casado con Alex Saab en 2014. De su vida personal, así como la de su esposo, poco se conoce.
Estudió en la escuela secundaria de Aristófanes en Tufello, donde se graduó.
Los ojos azules que “cautivaron” a Saab
El periodista Gerardo Reyes, en su libro Alex Saab: la verdad sobre el empresario que se hizo multimillonario a la sombra de Nicolás Maduro, cuenta que durante un tiempo Saab tuvo como imagen de WhatsApp una foto en primer plano de un llamativo ojo humano color azul aguamarina.
“Sus amigos decían que era el de la mujer que lo enloqueció”, escribió.
Reyes señaló que el empresario colombiano conoció a Fabri en un restaurante en Francia. Dijo que la mujer estaba en una mesa cercana y que el empresario nunca le quitó los ojos de encima. Tiempo después comenzaron a salir. La pareja residió en un lujoso apartamento ubicado en el barrio Saint Germain de París.
El medio colombiano Semana indicó que la modelo tuvo una relación con el futbolista brasileño Felipe Anderson, quien jugó de centrocampista en el Lazio de Roma.
“Decidida y volcánica”
Cuando tenía 19 años de edad, la modelo, de acuerdo con Reyes, se describía como una persona decidida, volcánica, de energía solar y superactiva: “Puedo hacer tres mil cosas al tiempo, pero me gustaría hacer más y más, siempre hiperactiva, no me gusta estar quieta”.
Se presumía que en los últimos meses la mujer estaba en Venezuela bajo la protección del gobierno de Nicolás Maduro, y que viajó a Rusia con su familia después de la detención del colombiano en Cabo Verde. Estuvo en la ciudad de Moscú hasta que regresó al país en los últimos días del proceso de extradición de Saab.
“Nosotros somos y siempre hemos sido una familia muy unida; y como él está secuestrado, nosotros también lo estamos”, dijo entre lágrimas la modelo desde la céntrica plaza Bolívar de Caracas, horas después de que Saab llegó a Estados Unidos, donde la justicia lo pedía por lavado de dinero y otros delitos que le costarían al menos 20 años de prisión.