El aeropuerto de Kabul sigue congestionado, el caos ha provocado muertos y las amenazas para la seguridad son constantes, pero miles de personas siguen este lunes intentando salir del país de manera desesperada y diversos países extranjeros continúan sus arriesgadas evacuaciones.
Varios civiles perdieron la vida en medio del pánico y la desesperación imperantes en el aeropuerto de la capital, única puerta de salida del país, tras el retorno de los talibanes al poder el 15 de agosto.
El ejército alemán anunció la muerte de n guardia afgano el lunes en un enfrentamiento con asaltantes no identificados, con quienes posteriormente intercambiaron disparos soldados alemanes y estadounidenses.
El Reino Unido quiere pedir a Estados Unidos durante una reunión virtual el martes del G7 que prolongue la operación de evacuación más allá del 31 de agosto, fecha fijada por Washington para retirarse de Afganistán.
El presidente estadounidense Joe Biden no excluyó la posibilidad de mantener soldados en el aeropuerto más allá de ese día, pero los talibanes advirtieron este lunes de «consecuencias» si la retirada de tropas se retrasa.
Aviones comerciales reclutados
Desde el 14 de agosto, alrededor de 25.100 personas fueron evacuadas de Afganistán a bordo de aviones estadounidenses y de países aliados, según la Casa Blanca. La semana pasada, Biden indicó que todavía faltaba sacar del país a 10.000-15.000 estadounidenses y 50.000-60.000 afganos.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, comentó que era «matemáticamente imposible» poder hacerlo antes de finales de mes.
Estados Unidos reclutó el domingo aviones de aerolíneas comerciales para agilizar la evacuación. Estas naves no aterrizarán en Kabul, sino que ayudarán a transportar personas enviadas a países terceros como Catar o Emiratos Árabes Unidos.
Los talibanes culpan a EE UU
Un alto responsable talibán responsabilizó el domingo a Estados Unidos del caos en el aeropuerto. «Hay paz y calma en todo el país, pero solo en el aeropuerto de Kabul hay caos», dijo Amir Khan Mutaqi, advirtiendo que «ello debe cesar lo más rápido posible».
Este lunes, un portavoz talibán, Suhail Shaheen, aseguró a Estados Unidos y Reino Unido que no les darían más tiempo para continuar con las evacuaciones y, que si lo hacen, «habrá consecuencias».
Escala en el Golfo
Con tal de agilizar la salida de las personas del aeropuerto, muchos vuelos dejan temporalmente su pasaje en países del Golfo como Catar (unas 7.000 personas), Emiratos Árabes Unidos (unos 8.500) o Kuwait.
Numerosos vuelos a Europa
Los países europeos mandan constantemente vuelos a Afganistán para evacuar a su personal diplomático o a sus colaboradores afganos que pueden ser blanco de venganzas de los talibanes.
El país con más evacuados es Reino Unido, con 5.700 personas desde el 13 de agosto, entre ellos 3.100 afganos, dijo su ejército el domingo.
En 20 vuelos, Alemania consiguió sacar a más de 2.700 personas. Además, Estados Unidos acordó el traslado de unos 5.000 evacuados suyos a la base militar de Ramstein (suroeste de Alemania).
Washington cerró un pacto similar con las bases de Rota y Morón en el sur de España, país que también ha acogido a unos 314 afganos.
Italia ya trasladó a 1.600 civiles afganos de los 2.500 previstos y Francia repatrió a un millar de personas, en su mayoría afganos.
Reticencias de Rusia y Turquía
Este flujo despertó suspicacias del presidente ruso Vladimir Putin, que pidió frenar las entradas de afganos porque podría haber «combatientes disfrazados de refugiados».
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan afirmó el domingo que Turquía no podrá «cargar con la responsabilidad de países terceros» para acoger a afganos ahora amenazados por haber trabajado con instituciones occidentales.