El dean de Westminster, David Hoyle, ha encabezado el funeral, pero es el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, quien dará el sermón y el elogio, el momento ceremonial en el que la reina se encomienda a Dios.
«Con admiración recordamos su sentido del deber y dedicación a su pueblo durante toda su vida. Con acción de gracias alabamos a Dios por su constante ejemplo de fe cristiana y devoción», han sido las primeras palabras del Dean.
Las oraciones vendrán del Arzobispo de York, el Cardenal Arzobispo de Westminster, el Moderador de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia y el Moderador de Iglesias Libres.
Primera lectura del funeral de Isabel II
Patricia Scotland, secretaria general de la Commonwealth, ha leído la primera lectura del funeral por Isabel II con la primera carta de Pablo a los Corintios, sobre la resurrección de Cristo y la promesa de la vida eterna a los cristianos.
«La muerte es absorbida por la victoria. Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón? ¿Oh tumba, dónde está la victoria?»
La reina «no quería una ceremonia larga y aburrida»
La ceremonia, que comenzó con cánticos corales, se anunciaba grandiosa.
La reina «no quería servicios largos y aburridos, no habrá aburrimiento, sino que serán transportados a la gloria al escuchar el oficio», aseguró a la BBC el ex arzobispo de York Lord Sentamu.
«Pueden esperar el mejor de los oficios funerarios, el servicio del libro de oraciones, las palabras que inspiraron a Shakespeare», explicó.
El deán de Westminster, David Hoyle, dirigirá el oficio religioso y el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, líder espiritual de la Iglesia Anglicana, pronunciará el sermón.
Liz Truss lee la segunda Escritura del funeral por Isabel II
La primera ministra Liz Truss da la segunda lectura de las Escrituras, del Evangelio según Juan: «No se turbe vuestro corazón: creéis en Dios, creed también en mí».
El pasaje se refiere a la promesa de Cristo a sus seguidores de un lugar en el cielo.
Dice a sus discípulos: «Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí».