Las relaciones entre Irán y Venezuela se han fortalecido sustancialmente desde comienzos del milenio: los presidentes iraní y venezolano de ese entonces, Mahmud Ahmadineyad y Hugo Chávez, encontraron como punto en común su rechazo a la influencia de Estados Unidos en el mundo.
Estos dos países se han caracterizado por una retórica antiimperialista, que dibuja a Washington como el principal problema para su independencia y como centro de su propaganda gubernamental. A partir de esta opinión en común, se consideran aliados naturales, por lo que se han embarcado en varias iniciativas conjuntas.
Además, las sanciones impuestas por Estados Unidos presionaron tanto a Teherán como a Caracas, ya que reducen el número de países y empresas con las que se pueden relacionar, provocando un fuerte impacto económico, en especial sobre Venezuela.
Es por esto que, según señala el gobierno iraní, se dedica a proporcionarle ayuda a Venezuela a través del envío de buques con alimentos y la llegada de ayuda técnica para arreglar una de las refinerías venezolanas que se encontraban averiadas.
Sin embargo, las críticas que pesan sobre ambos países en los últimos años es que el apoyo mutuo no solo se concentra en alimentos y ayudas técnicas.
Documentos secretos de Venezuela demostrarían la presunta compra de armamento militar por parte del régimen de Nicolás Maduro a Irán, situación que generó alarma en Estados Unidos, Colombia y toda la región.
De acuerdo con el contenido de los documentos, Maduro habría comprado 2.015 unidades de defensa antiaéreas, que fueron almacenadas en la base aérea militar El Libertador, ubicada en Maracay, y cuyo arsenal está integrado por 1.050 misiles, 400 bombas, 500 cohetes, 30 contenedores y 35 radares.
Supuestamente dicho armamento estaría en territorio venezolano desde junio pasado, en el marco de la llamada Operación Escudo Bolivariano 2021.
Eso, sumado al apoyo táctico que tendría el gobierno de Venezuela en cuanto a mejoras en los sistemas cibernéticos y de comunicaciones, y la ubicación de baterías antiaéreas por parte de Irán.
Se tiene información de que expertos iraníes han viajado a Venezuela a modificar los 3.979 misiles Igla que ya tiene el régimen, para darles mayor alcance, lo que convierte la trama en una amenaza de seguridad nacional para Estados Unidos.
Este diario tuvo acceso a varias fotos de hangares militares venezolanos en donde se encuentra el material bélico, y en las imágenes se observa a personal extranjero que también estaría recuperando una flotilla de aviones F-16, de fabricación estadounidense.
Además, se sabe que están habilitando sofisticados drones, con armamento, para patrullar la frontera con Colombia. Ya hay 10 operando en uno de los estados fronterizos.
Alex Saab estaría detrás de las movidas en Irán
El barranquillero Alex Saab, acusado de ser el testaferro de Nicolás Maduro, permaneció preso en Cabo Verde, donde sus abogados y el régimen de Nicolás Maduro desplegaron todo tipo de estrategias para evitar su extradición a Estados Unidos, que finalmente se logró.
Su defensa y el régimen siguen insistiendo en que Saab fue un “enviado especial” del gobierno venezolano, que iba rumbo a Irán en busca de alimentos y medicina para el pueblo, cuando fue arrestado el 12 de junio de 2020 en Cabo Verde.
Fuentes en Washington le dijeron a El Tiempo que una de las nuevas líneas de investigación apunta a que el “enviado especial” habría servido de emisario para intercambiar oro venezolano por alimentos y gasolina iraníes, violando los embargos impuestos por Estados Unidos.
Pero también se indaga si en los barcos que llegaban las remesas con comida “made in Irán” venía algo más: los misiles que Venezuela negoció desde el año pasado con ese gobierno.
Agentes de inteligencia manejan información según la cual Saab habría sido clave en esas negociaciones. “Es poco creíble que Saab viajara a Irán a hablar solo de gasolina y alimentos”, le aseguró a este diario una fuente enterada de la investigación.
Irán y sus relaciones con otros países suramericanos
El comercio bilateral entre Irán y Brasil se cuadruplicó entre 2002 y 2007, y se estima que se quintuplicará anualmente.
El comercio bilateral entre Irán y Brasil también tiene docenas de acuerdos económicos con los otros países miembros del ALBA (Bolivia, Cuba, Ecuador y Nicaragua). Respecto de esta última, Irán y Venezuela acordaron invertir cerca de 350 millones de dólares en la construcción de un puerto de aguas profundas sobre la costa del mar Caribe, además de un sistema de oleoductos, ferrocarriles y autopistas que crucen el país.