Decenas de empleadas de la administración pública de Afganistán salieron este jueves a las calles de Kabul para alzar la voz por los derechos laborales de las mujeres y pedir que les readmitiesen en sus anteriores puestos de trabajo, de los que fueron apartadas tras la llegada al poder de los talibanes.
«La mayoría de nosotras tenemos títulos de licenciatura y maestría con más de diez años de experiencia, tenemos que recibir nuestros derechos de trabajo y debemos ser reclutadas nuevamente para nuestros trabajos», dijeron en un breve vídeo difundido varias de las manifestantes.
El grupo de mujeres se congregó en un barrio del noroeste de la capital, donde protestó al grito de «queremos nuestros derechos» y «queremos trabajar».
El acceso de las mujeres a los puestos de trabajo que tenían antes de la llegada de los fundamentalistas al poder, el 15 de agosto del año pasado, es una de las principales demandas que hace la comunidad internacional al Gobierno talibán.
Tan solo las trabajadoras de ciertos sectores, como el de la educación primaria o la salud, han podido volver a sus puestos, mientras los talibanes insisten en que podrán volver en un futuro, cuando hayan creado un marco que permita dar ese paso dentro de los límites reflejados por la sharía o ley islámica.
El ascenso de los talibanes no solo acabó con gran parte de los derechos de las mujeres y las niñas, sino que también sumió a Afganistán en una severa crisis económica tras la retahíla de sanciones internacionales que impuso al país la comunidad internacional.
Una situación económica que sigue preocupando al Banco Mundial, según reveló hoy el organismo en un informe, a pesar del apoyo que brindan las organizaciones humanitarias en la zona.
«Las condiciones económicas y sociales en Afganistán siguen siendo terribles, a pesar del aumento del apoyo humanitario internacional tras el abrupto cese de las ayudas en agosto de 2021», destacó el documento.
Además estimó que este derrumbe de la economía del país ha reducido «el empleo y las importaciones, incluidos los alimentos y la energía, a la mitad», mientras que calcula que el gasto público «se ha reducido en tres cuartas partes» desde el pasado mes de agosto.
«Encuestas recientes muestran que tres cuartas partes de los hogares reportan ingresos insuficientes para satisfacer las necesidades básicas», reportó en su informe el Banco Mundial.