Las imágenes tomadas por una sonda robótica en el interior de uno de los tres reactores fusionados de la malograda central nuclear japonesa de Fukushima mostraron barras de acero expuestas en la principal estructura de soporte y la ausencia de algunas partes de su grueso muro exterior de concreto, lo que causó preocupación acerca de su resistencia a los terremotos en caso de que ocurra otra gran tragedia.
Desde el año pasado, el operador de la central, Tokyo Electric Power Company Holdings (TEPCO), ha enviado varias sondas robóticas al interior de la cámara de contención primaria de la Unidad 1. Los nuevos hallazgos, que se hicieron públicos el martes, son de la última incursión, a finales de marzo.
Un vehículo submarino teledirigido, llamado ROV-A2, accedió al interior del pedestal de la Unidad 1, una estructura de soporte ubicada justo debajo el núcleo. Tomó imágenes nunca vistas desde que un potente terremoto y un tsumani posterior paralizaron la planta hace 12 años. En el interior del pedestal es donde es más probable encontrar restos de combustible fundido.
Un video de aproximadamente cinco minutos — parte de las 39 horas de imágenes captadas por el robot — mostró que el muro exterior de concreto de 120 centímetros (3,9 pies) de espesor del pedestal presentaba daños significativos cerca de su base, exponiendo el refuerzo interior de acero.
El vocero de TEPCO, Keisuke Matsuo, dijo a reporteros el martes que el refuerzo de acero está en su mayoría intacto, pero la empresa planea seguir analizando los datos y las imágenes durante los dos próximos meses para averiguar si se puede mejorar al resistencia del reactor a los sismos y cómo hacerlo.
Las imágenes del refuerzo de acero al descubierto han generado preocupación acerca de la seguridad del reactor.
En el interior de los tres reactores quedan alrededor de 880 toneladas de combustible nuclear fundido altamente radioactivo. Las sondas robóticas han proporcionado alguna información, pero el estado de los restos fundidos sigue siendo en su mayoría desconocido.
El gobernador de Fukushima, Masao Uchibori, instó a TEPCO a “evaluar rápidamente los niveles de resistencia a los terremotos y proporcionar información de una manera que los residentes de la prefectura puedan entender fácilmente y aliviar la preocupación de los residentes y la gente de todo el país”.
El vídeo tomado por el robot también mostraba equipos que se deslizaban hacia abajo, así como otro tipo de escombros, posiblemente combustible nuclear que cayó del núcleo y se endureció, amontonándose a una altura de entre 40 y 50 centímetros (1,3-1,6 pies) del fondo de la cámara de contención primaria, dijo Matsuo. La pila es más baja que los montículos vistos en imágenes tomadas en sondeos internos anteriores en otros dos reactores, lo que sugiere que las fusiones en cada reactor pueden haber progresado de forma diferente, dijeron funcionarios de la empresa.
Matsuo dijo que los datos recogidos en la última sonda ayudarán a los expertos a idear métodos para retirar los escombros y analizar las fusiones de 2011. TEPCO también planea utilizar los datos para crear un mapa tridimensional del combustible fundido y los detalles de los escombros, lo que llevaría alrededor de un año.
Basándose en los datos recogidos en sondeos y simulaciones anteriores, los expertos han afirmado que la mayor parte del combustible fundido en el interior de la Unidad 1 cayó al fondo de la cámara de contención primaria, pero parte podría incluso haber caído a través de los cimientos de hormigón, una situación que dificulta enormemente la ya de por sí ingente tarea de desmantelamiento.
Se espera que las pruebas de retirada de los restos fundidos comiencen en la Unidad 2 a finales de este año, tras un retraso de casi dos años. La retirada del combustible gastado de la piscina de refrigeración de la Unidad 1 comenzará en 2027, tras un retraso de 10 años. Una vez retirado todo el combustible gastado de las piscinas, en 2031 se empezará a retirar los residuos fundidos de los reactores.