La organización humanitaria Médicos del Mundo alertó este miércoles del preocupante número de casos de trastornos mentales derivados de la guerra en Ucrania, sobre todo entre los desplazados y refugiados, y de la dificultad para poder ofrecerles la ayuda necesaria.
Los propios ucranianos son uno de los principales obstáculos a la hora de poder llevar a cabo un tratamiento psicológico adecuado, ya que no están acostumbrados a la cultura de someterse a terapia.
“Durante los primeros días tuvimos casos en los que nos acercamos a la gente y dijimos ‘somos psicólogos y queremos ayudar’ y respondían que no querían”, cuenta Denis Humenny, psicólogo de crisis y voluntario de la organización Ucrania Unida, en un comunicado.
La asociación médica aseguró que la población más vulnerable es la desplazada, ya que, pese a haber huido a zonas más seguras, el shock de abandonar sus vidas y empezar de cero sin recursos es muy difícil de asimilar. “Viven con incertidumbre, con ambigüedad y sin saber cómo arreglar sus vidas. Es muy difícil adaptarse a una nueva vida, porque todo está arruinado».
“Las personas reaccionan de forma diferente, algunas están deprimidas, otras agitadas. Pero se puede detectar inmediatamente un comportamiento anormal. En el hospital vemos enseguida que se trata de un desplazado sin preguntar de dónde viene”, explicó Oleksandr Ivanovyсh, director del hospital de urgencias de Chernovtsi, ciudad ucraniana receptora de multitud de refugiados por estar cerca de la frontera con Moldavia y Rumanía.
Dentro de los colectivos afectados se debe poner el foco en familias monoparentales, menores, personas de edad avanzada o con alguna enfermedad crónica, pero sobre todo en «personas con discapacidad intelectual y con trastorno de salud mental, porque son las más vulnerables y porque necesitan el apoyo y la ayuda de sus cuidadores para poder sobrevivir”, aseguró Ricardo Angora, coordinador de salud mental de Médicos del Mundo en la emergencia en Ucrania.
Médicos del Mundo señala la necesidad de contar con personal cualificado para llevar a cabo terapias para afrontar la situación en Ucrania, así como suministros en instalaciones psiconeurológicas.
En este campo, la organización sanitaria apoya a hospitales donando medicamentos para salud mental y ha puesto a disposición de la población una línea telefónica con atención psicológica para dar cobertura en remoto a las personas que se encuentran en zonas de difícil acceso.