El verdadero motivo de la inhabilitación a María Corina Machado es el miedo, el chavismo le tiene pavor porque ella posee niveles de aceptación e intención de voto capaces de derrotar al régimen en cualquier escenario.
De la misma forma derrotaría a cualquier contendor de la oposición genuflexa. El sustento jurídico no existe, muy parecido al accionar del castrismo venezolano cuando de forma ridícula (jurídicamente hablando) anuló el revocatorio 2016 con un vergonzoso desafuero.
Numerosos análisis de juristas reconocidos han abatido la decisión de las instituciones del
régimen que incapacitan electoralmente a Machado, refutaciones que van desde el absurdo de
modificar una sentencia original ya cumplida, de hace 8 años (2015), hasta anular un derecho
político constitucional a través de simples presunciones, sin juicio, sin debido proceso, sin
sentencia definitivamente firme.
Esta última la pueden recrear, pero no se corresponderá al derecho, mucho menos a la justicia.
Como hemos resaltado, la puerta de entrada a todas las desgracias que destruyen a Venezuela
son las elecciones ilegales e ilegítimas, en consecuencia, la única forma de rescatar nuestra
libertad e independencia es evitarlas, para eso hay que salir de la zona de confort del chavismo,
de su agenda.
Tan es así, que desde que perdiera la AN 2015 el régimen prácticamente eliminó
sus riesgos electorales.
Posterior a esa fecha es quien impone partidos, candidatos, electores, resultados. Los comicios han sido perpetrados con colaboradores confesos que no protestas procedimientos ni resultados, solo cobran por sus actuaciones sacrificando la nación.
La relevancia de María Corina Machado es supra electoral, a diferencia de las demás figuras
políticas del G4+, alacranes y demás hierbas de misma cepa.
Machado ha ratificado no participará en ninguna elección inconstitucional, se dedicará a generar condiciones, mientras que los demás “candidatos” solo ofrecen aumentos de sueldos, realizando promesas como si el país gozara de una democracia a la Suiza o nórdica, incluso, solicitan cese de sanciones cuando las causas han empeorado ¡Falsos!
¿Es difícil? Mucho, es verdad, pero no por ser un camino muy duro quiere decir es el incorrecto, al
contrario, es el único camino.
El chavismo ha minado todos los puentes de entendimiento racional, mató el voto, se burla de los diálogos, se radicaliza día a día, en conclusión, no deja más camino que la confrontación, no es la “oposición violenta” ¡No!… es el régimen extremadamente radical, obtuso, castrista, anclado al siglo pasado.
Debemos sacarnos de la cabeza la malintencionada matriz de opinión “la política es voto o plomo”
pues eso quieren hacernos creer régimen y cómplices para arrastrarnos a “inevitables” procesos
electoreros donde el chavismo gana aún cuando pierde y sus cohabitantes reciben su paga por
fingir democracia ante el mundo. La política tiene un universo de opciones, pero Venezuela
requiere una oposición real, con agenda propia y gente capaz.
Al respecto, María Corina Machado ha dicho tener estrategias, pero aún no ha develado ninguna
por razones obvias, a pesar de ello, por su perfil y coherencia, esa incertidumbre ofrece mucha
más esperanza que el resto de figuras políticas generosamente etiquetadas como “oposición”,
pues tienen más de 23 años recurriendo siempre a las mismas fórmulas, con mismos resultados
¡sospechoso!
Además, Machado tiene una estructura nacional que no pide nada a cambio, sino que le aporta. Cuenta con un sólido apoyo ciudadano in crescendo, así como un robusto apoyo internacional… Lo “electoral” con instituciones 100% psuvizadas déjeselo a los cómplices del régimen.
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Leandro Rodríguez Linárez es Politólogo / Articulista de opinión