Hoy jueves 6 de julio, a las 15:00 horas, el exalcalde Metropolitano de Caracas en el exilio, Antonio Ledezma, acudió a la Fiscalía de España (Calle Ortega y Gasset No 57) para la que fue citado mediante documento consignado por un funcionario de La Guardia Civil.
«La citación responde a la intención del régimen de blanquearse internacionalmente. Dicho de otro modo, de mostrarse colaborador con las investigaciones sobre los atropellos, abusos y terrorismo de Estado que ejerce el Gobierno bolivariano», denunció el opositor venezolano.
La ilegal detención, secuestro, acoso y suplicios a los que fue sometido Ledezma, está en el foco de la investigación con la que la dictadura, pretende mostrarse colaboradora y sacudirse responsabilidades.
Ledezma declaró al salir de la reunión con el Ministerio Publico de España que “pretendían que le declarara, vía telemática, a funcionarios del aparato persecutorio que le sirve a la dictadura de Nicolás Maduro, todo era sobre el expediente MP/15148/2022, relacionado con el juicio que montaron en mi contra acusándome con pruebas falsas de traición a la patria y asociación para derrocar a ese régimen maligno”. Ledezma se mostró enfático al momento de puntualizar que “ese caso se está investigando en la Corte Penal Internacional y es a ese tribunal al que debo declararle como ya lo he hecho en reiteradas oportunidades, como también lo he hecho ante la Comisión de Determinación de los Hechos de la ONU”.
Sostuvo que se negó a atestiguar porque no tiene «nada que declararle a esa dictadura”. Argumentó ante la Fiscalía de España que “mal puedo prestarme a esa jugarreta madurista, declarándole a un órgano como la fiscalía venezolana, cuyo cabecilla, Tareck William Saab está sancionado desde el 19 de enero de 2018 por la Unión Europea, un activista político de esa falsa revolución que dirige una “comisaría política” dedicada a judicializar la política, a perseguir a los disidentes, a apañar los crímenes cometidos contra Fernando Albán, contra el Cap. Rafael Acosta Arévalo, el Inspector Oscar Pérez y sus compañeros acribillados en Caracas, de los estudiantes como Neomar Lander, de Pernalete, de Vallenilla, de Cañizales, las torturas contra el capitán Caguaripano, contra Lorent Saleh, Vilca Fernández, Wilmer Azuaje, contra el general Baduel, Franklin Brito, Rodolfo González, Vasco Da Costa, entre muchos seres humanos víctimas de esos suplicios que esa ilegítima fiscalía avala en Venezuela”.
Advirtió que “la dictadura venezolana busca desvirtuar la fase de investigación que cursa en La Corte Penal Internacional poniendo en marcha esta mascarada, aparentando que están ocupados de ventilar los miles de expedientes y denuncias consignadas en el tribunal de La Haya”. Por esa razón Ledezma “rechazó caer en esa trampa, teniendo en cuenta que nunca fue beneficiario del debido proceso mientras estuvo detenido en Venezuela, sólo una audiencia se me hizo y pidieron para mí, 26 años de cárcel, además quien es directamente responsable de esas detenciones arbitrarias y asesinatos es Maduro, el dio las ordenes de detener y matar, es parte de ese triángulo mortal del que también forman parte Gustavo González López y la fiscal Katherine Harrington”.
El legítimo alcalde de Venezuela logró escapar del cerco del régimen en una experiencia que bien merecería un guión de cine y que él dejo prueba escrita en su libro: La Tumba. Con astucia, dio esquinazo a sus perseguidores y tras pasar muchas vicisitudes, pudo cruzar la frontera, llegar a España y exiliarse en Madrid.