El papa León XIV afirmó este lunes «que hoy es tiempo de dialogar y de construir puentes» en «un mundo herido por la violencia y los conflictos», en una audiencia con los representantes de otras religiones que participaron en la misa de inicio de pontificado.
«Todos ustedes, representantes de las demás tradiciones religiosas, les expreso mi gratitud por su participación en este encuentro y por su contribución a la paz. En un mundo herido por la violencia y los conflictos, cada una de las comunidades aquí representadas aporta su sabiduría, su compasión y su compromiso con el bien de la humanidad y el cuidado de la casa común», dijo el papa estadounidense.
Y subrayó: » Estoy convencido de que, si estamos unidos y libres de condicionamientos ideológicos y políticos, podremos ser eficaces al decir no a la guerra y sí a la paz, no a la carrera armamentista y sí al desarme, no a una economía que empobrece a los pueblos y a la tierra y sí al desarrollo integral».
«El testimonio de nuestra fraternidad, que espero podamos manifestar con gestos concretos, sin duda contribuirá a construir un mundo más pacífico, como lo desean en lo más profundo de su corazón todos los hombres y mujeres de buena voluntad», agregó.
León XIV explicó que siempre ha sentido una preocupación por la unidad entre los cristianos, como atestigua el lema de su pontificado ‘In Illo uno unum’, una expresión de san Agustín de Hipona que recuerda que también nosotros, aun siendo muchos, en Aquel uno, o sea en Cristo, somos uno».
«Deseo asegurar mi intención de proseguir el compromiso del papa Francisco en la promoción del carácter sinodal de la Iglesia católica y en el desarrollo de formas nuevas y concretas para una sinodalidad cada vez más intensa en el ámbito ecuménico», aseveró.
Y destacó la necesidad de un diálogo también con el resto de religiones y afirmó que «el diálogo teológico entre cristianos y judíos sigue siendo siempre importante y es muy valioso para mí. Incluso en estos tiempos difíciles, marcados por conflictos y malentendidos, es necesario continuar con entusiasmo este diálogo tan valioso».
Mientras que destacó que «las relaciones entre la Iglesia católica y los musulmanes han estado marcadas por un compromiso creciente con el diálogo y la fraternidad, favorecido por el aprecio hacia estos hermanos y hermanas que adoran al único Dios, viviente y subsistente, misericordioso y todo poderoso, creador del cielo y de la tierra, que habló a los hombres».
«Este enfoque, basado en el respeto mutuo y en la libertad de conciencia, representa una base sólida para construir puentes entre nuestras comunidades», añadió el pontífice.