Las letras juegan y se entremezclan con oraciones y párrafos, mueven las hojas de las historias y nos permiten viajar, en cuestión de segundos, a universos fantásticos, llenos de personajes que nos involucran en sus aventuras y nos llevan de su mano a través de parajes y situaciones extraordinarios que nunca pensamos vivir. El hábito de la lectura empieza en casa, por eso la importancia de obsequiarle a los más pequeños un buen libro, una buena historia. Pero ¿cuál de todos los libros de la estantería es el correcto para iniciar a un niño en el hermoso arte de la lectura?
La literatura infantil es muy importante, por eso hay que saber escoger bien ese primer libro, esa primera historia. El cuento perfecto debe tener una serie de condiciones necesarias para sacarle el mejor provecho a las letras y que los más pequeños de la casa queden encantados y con ganas de leer más.
Un buen libro infantil debe cumplir con los siguientes parámetros: para empezar la historia debe ser entretenida y poseer un lenguaje rico que amplíe el vocabulario y despierte la curiosidad del niño; tiene que carecer de estereotipos; estimular el pensamiento crítico, adecuado a cada edad, y a su vez respetar la diversidad.
Hay que estar atentos con la literatura comercial. Existen autores de literatura infantil que se han convertido en iconos en la lengua hispana y que son una buena opción. Javier Villafañe y María Elena Walsh, ambos argentinos, son considerados los maestros y pioneros del género. Silvia Schujer, Luis Pescetti, Ricardo Mariño, Adela Basch y el pedagogo y escritor italiano Gianni Rodari, autor de <<Gramática de la fantasía>> y <<Cuentos para jugar>> son buenas opciones.
Cada niño tiene sus propios gustos, pero recuerden, sea cual sea el libro que elijan debe estar bien escrito, enriquecer la expresión verbal y estimular el proceso cognitivo de los niños. En conclusión, debe ser una literatura infantil inteligente.
Ronald Gil