Llegó el gran día. Hoy 28 de julio se llevarán a cabo la jornada de las elecciones presidenciales en Venezuela, donde los ciudadanos podrán ejercer el derecho al voto y allí podrán elegir entre los 10 candidatos a quién será el nuevo mandatario del país. Entre ellos, se encuentran el actual mandatario Nicolás Maduro y el líder opositor Edmundo González.
El PSUV gobierna Venezuela desde 2008. Antes lo hizo el Movimiento Quinta República, desde 1999. Juntos suman 25 años. Comenzó Hugo Chávez. Siguió Maduro. ¿Hasta cuándo? Ni él mismo lo sabe.
En Venezuela, el mandato presidencial dura 6 años pero tiene reelección indefinida: si los votos le alcanzan, Maduro se queda. Si no, deberá entregar el cargo o cumplir con la advertencia que hizo sobre “un baño de sangre”.
En cualquier caso, todos coinciden en que estas son “elecciones históricas”. Este domingo se enfrentan 10 candidatos. Dos son los que se llevan toda la atención: Maduro y González Urrutia, apoyado por María Corina Machado a quien el oficialismo logró, a través de una condena judicial, inhabilitarla por 15 años para ejercer cargos públicos.
Pero a pesar de todo ello, Machado recorre el país con González Urrutia y él ya la invitó a ser parte de su gabinete si gana las elecciones.
¿Cuál es el escenario?
Un total de 21 millones 392 mil 464 venezolanos están habilitados para votar. Sin embargo, se estima que alrededor de 4 millones y medio están fuera del país. De ese número, sólo 69 mil podrán participar desde el exterior por complicaciones en el registro y armado de los padrones.
La participación electoral es crucial para la oposición. Una alta participación podría favorecer a González Urrutia pero los líderes opositores ya advierten, desde hace semanas, maniobras de fraude por los obstáculos que enfrentan los venezolanos en el exterior. Es en esa diáspora donde estaría la mayor parte de votantes anti-Maduro.
Además, denuncian censura y bloqueos a páginas webs de medios y asociaciones civiles para entorpecer el acceso a la información.
A esas voces se suma el gobierno de Estados Unidos. Dice tener “pruebas importantes” de la interferencia del gobierno venezolano en la inhabilitación de candidatos y el arresto de dirigentes opositores.
En medio de este contexto, las encuestas favorecen al candidato de la oposición: varios sondeos aseguran que hasta podría triplicar en intención de voto al actual presidente.