Medios independientes argentinos sigue investigando el caso del misterioso avión venezolano-iraní que aterrizó en el país sureño. De acuerdo al Clarín, la aeronave transportaba autopartes para Volkswagen.
El Clarín | Silvia Naishtat
Cuando el último lunes la autopartista SAS recibió en su planta de Pacheco las partes indispensables para las butacas del TAOS que fabrica Volkswagen a razón de 200 por día, nadie imaginó en ese momento que habían llegado en el misterioso vuelo de un avión con tripulantes iraníes y venezolanos.
SAS es una compañía francesa, parte del grupo Fauresia, un proveedor automotriz global con sede en Nanterre, en los suburbios del oeste de París. Se trata nada menos que del noveno fabricante internacional de piezas de automóviles más grande del mundo.
Lo cierto es que en sus plantas de Queretaro, México, fabrica una pieza para las butacas de autos en este caso el modelo TAOS y también instrumentos para los paneles de control de esos vehículos.
Con esas partes y en lo que simboliza la globalización, SAS completa el armado de los asientos y paneles en su planta sobre la avenida Henry Ford en Pacheco, estratégicamente ubicada al lado de la planta de Volkswagen y de la misma Ford.
Esas partes viajaban siempre por barco pero la pandemia primero y la guerra en Ucrania después están complicando la logística de tal manera que ahora muchas se traen en vuelos de carga.
Así las cosas, SAS contrató a un despachante de aduana que es el que se encarga de conseguir los vuelos y que la carga llegue a su destino en tiempo. Eso no es un detalle menor. Las automotrices trabajan con el concepto japonés de justo a tiempo con poco nivel de stock y si fallan las piezas se paraliza la línea de producción. Volkswagen fabrica unos 200 TAOS por día en Pacheco. El miércoles pasado, las butacas estaban listas en su planta de Pacheco.
El despachante elegido por SAS es la firma Fracht, una compañía internacional experta en estos temas. Tanto Volkswagen como SAS se desligaron de este vuelo. Ambas apuntaron a Fracht, una firma que pese a los insistentes llamados, aún no dio ninguna explicación.
En un comunicado de prensa, SAS explicó que «no tiene relación alguna con la situación del avión Boeing 747-300 de transporte de cargas de origen venezolano» y que «contrató los servicios de Forwarder Fracht USA, empresa internacional que presta servicios logísticos».
El comunicado completo de SAS Automotriz Argentina
«SAS Automotriz Argentina S.A. informa que no tiene relación alguna con la situación del avión Boeing 747-300 de transporte de cargas de origen venezolano.
SAS Automotriz Argentina SA contrató los servicios de Forwarder Fracht USA, empresa internacional que presta servicios logísticos.
La contratación se realizó para el transporte de componentes destinados a la producción de paneles de instrumento y asientos para el modelo Taos, provenientes de la ciudad de Querétaro, México.
La relación entre el Forwarder y la compañía aérea para que las mencionadas piezas lleguen a Argentina es algo que SAS Automotriz Argentina SA desconoce y no tiene relación alguna.
El comunicado de prensa de SAS Automotriz.
La carga transportada fue liberada en su totalidad luego de sus correspondientes procedimientos de control aduanero. SAS Automotriz Argentina SA ha cumplido con las normas legales y de compliance que rigen este tipo de contrataciones».