Todos conocemos que Orber Aquiles Moreno Sulbarán es un venezolano de 42 años que tiene experiencia de 15 años como pitcher profesional y que a lo largo de su gran carrera dejó huellas históricas en Venezuela y el mundo. Lo que no sabemos es que Moreno es jugador de baloncesto, amante de los animales, padre de familia, instructor de pitcheo y un apasionado por la música salsera.
“El básquetbol siempre me ha apasionado, me hubiese encantado ser jugador profesional” comentó Oster (como lo solían llamar sus compañeros de los Leones del Caracas) que actualmente tiene un equipo de básquet llamado “Los 42” de categoría Master en el que él también juega, “mayormente soy pívot por mi estatura, pero también me gusta desempeñarme como alero” dijo el caraqueño que mide 1.90 m.
El ganador del premio Cerrador del Año de la LVBP en la temporada 1998-1999 expresó su interés por los animales y aseguró que él pudo haber sido un veterinario porque su amor por los animales es similar a su pasión por el deporte.
“Respecto a gustos musicales soy muy versátil, puedo escuchar lo que sea aunque lo que más me gusta es la salsa, pero no siempre fue así. El reggaetón lo empecé a escuchar antes que todo el mundo, ya que en el año 1995 (mi primer año en Estados Unidos) los puertorriqueños vendían los casetes a escondidas. Yo traje esa música a Venezuela y todos me decían que estaba loco porque me gustaba ese genero, yo les dije que el reggaetón iba a revolucionar a Venezuela y hoy por hoy todos lo escuchan.” Sentenció entre risas.
Actualmente, Moreno es instructor de pitcheo, dijo que le encanta transmitir sus conocimientos a los jóvenes pero no solo de beisbol, sino también como padre y amigo. “Trato de enseñarles los principios y valores como seres humanos. Nosotros aquí pedimos un cambio, ¿verdad? Yo pienso que el cambio empieza por nosotros mismos y por eso debemos ser mejores personas cada día”. Además señaló que le gusta mucho ayudar a los necesitados donando cosas como ropa, comida y juguetes.
Finalmente el big leaguer explicó que su deseo es enseñar en una organización de la MLB, así podría hacer lo que le gusta y a su vez estar cerca de su hijo que vive en Estados Unidos. Orber se ha lesionado en múltiples ocasiones, lo que ha frustrado su carrera como beisbolista, pero aun así él sigue soñando con ese juego del retiro con los melenudos.
Roberth Pérez| @RoberthEperez17
