Lugares nocturnos y restaurantes ubicados en la capital mirandina incumplen con las medidas de bioseguridad por Covid-19 al no respetar la limitación del aforo de público.
A través de Redes Sociales son múltiples las denuncias contra la pizzería y/o discoteca La Nonna y Donato de incumplir con muchas de las medidas de bioseguridad.
Exponen que «las personas al ingresar no son escaneadas, no se les desinfecta». Agregando que el local es ocupado a su máxima capacidad de aforo «y con una reciente ampliación que busca ingresar más clientes a las pachangas de viernes y sábados».
De igual manera son constantes las denuncia de vecinos y residentes del edifico Parque Snoop, mejor conocido como Residencias El Parque que se ven afectados por la contaminación sónica, «por los ruidos, gritos y vulgaridades que se oyen a plena madrugada y amanecer».
Exponen los denunciantes que resulta habitual que en los alrededores de la Calle Boyaca, previo al ingreso al local referido, «se arman el pre o post despacho rumbero en plena vía pública», con la ingesta de bebidas alcohólicas y utilizando el espacio como baño público. Vale acotar «la cantidad de menores de edad que ingresan al establecimiento, incumpliendo las normas establecidas».
Situación similar reportan usuarios de Redes Social y grupos vecinales de WhatsApp en otros puntos de la capital mirandina donde la fiesta nocturna se hace notar con los altos niveles de música, tanto en espacios cerrados como abiertos en urbanizaciones, así como en zonas industriales y comerciales.
En el mercado arman la rumba todos los fines de semana en la antigua Cueva del Oso y en un autolavado que está detrás de la Universidad Simón Rodríguez, donde los vecinos han hecho denuncias pero parece tienen de padrinos a unos chicos del Cicpc y GNB
Redacción El Tequeño