Los alimentos que una persona debe dejar de consumir después de los 60 años

Redaccion El Tequeno

Los nutrientes son sustancias que se encuentran en los alimentos y que el organismo necesita para tener un adecuado funcionamiento. Estos incluyen proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales y agua, según precisa la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Es claro que, a medida que la persona envejece, el cuerpo cambia. Esto hace que las necesidades de alimento también varíen. Por ejemplo, después de los 60 años, una persona puede necesitar menos calorías, pero requiere suficientes nutrientes. Algunos adultos mayores necesitan más proteínas.

Los especialistas indican que es importante que las personas mayores de 60 años coman alimentos que les entreguen muchos nutrientes, sin demasiadas calorías extras.

Lo que se debe evitar

Entre tanto, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que en la alimentación de los adultos de la tercera edad se debe evitar consumir:

Las calorías vacías o huecas: estos son alimentos que tienen muchas calorías, pero pocos nutrientes, como papas fritas, dulces, productos horneados, bebidas azucaradas y alcohol.
Grasas: es importante evitar aquellos productos que contienen grasas saturadas y trans. Las saturadas son grasas de origen animal como las carnes rojas y embutidos, mientras que las trans son grasas procesadas en margarina y grasa alimentaria.

  • Lácteos enteros: la leche y los derivados lácteos hay que tomarlos desnatados o semidesnatados.
  • La sal y el azúcar: se debe limitar el consumo de sodio porque puede generar retención de líquidos, y azúcar, pues es posible que incida en enfermedades como la diabetes.
  • Condimentos: debe minimizarse el consumo de los alimentos muy condimentados y las frituras.

Ejercicios recomendados para mayores de 60 años

Medline Plus explica los beneficios que tiene la actividad física para los adultos mayores, dependiendo del tipo de ejercicio que se realice.

  • Actividades de resistencia o aeróbicas: ayuda a mejorar la respiración y la frecuencia cardíaca (correr, bailar, nadar).
  • Ejercicios de fuerza: fortalecimiento de los músculos.
  • Ejercicios de equilibrio: contribuyen a la prevención de caídas.
  • Ejercicios de flexibilidad: estiramiento de los músculos; ayudan a que el cuerpo esté relajado.

Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explica que la actividad física en las personas adultas mayores ayuda a fortalecer los huesos y contribuye a la prevención de afecciones en los huesos como la osteoporosis. “Los ejercicios en los que se carga el peso del cuerpo, como caminar, trotar, jugar tenis, subir escaleras y entrenar con pesas, pueden ayudar a desarrollar huesos fuertes y a disminuir la pérdida ósea”.

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