Desde el restablecimiento oficial de las relaciones entre Colombia y Venezuela, el 29 de agosto de 2022, el camino no ha sido rápido y la tarea apenas comienza luego de que en 2015 la fractura fue inminente y en 2019, definitiva.
Con la llegada a Caracas del embajador Armando Benedetti, la realidad empezó a cambiar y se avanzó, también, en la puesta en marcha de las sedes diplomáticas: embajada, consulado y residencia de la representación diplomática en condiciones de abandono, especialmente en el consulado de Chacaíto, en la capital.
EL TIEMPO conoció en exclusiva que febrero sería la fecha en que se abra finalmente el consulado de Caracas para atender a la población colombiana, que se estima está en unos 4’000.000 de personas. Para esa misión fue designada Fulvia Benavides como la cónsul de Colombia en Caracas, nombramiento ocurrido en noviembre, pero que aún no se concreta su llegada.
Junto a Benavides estarán Hans de Francesco, quien asumirá como primer secretario, y Natalia Herrera, quien tendrá el cargo de tercer secretario, siendo la primera misión que Herrera asume.
En ese consulado –de los 15 que existían en Venezuela- laboran 16 funcionarios, pero de momento han sido designados estos tres, recordó la fuente que conversó con este diario, indicando que esto se debe a que en el gobierno del presidente Iván Duque “pensó que no se restablecerían las relaciones” y “los cargos fueron asignados a otros países”.
Es decir, el servicio exterior colombiano debe abrir nuevas vacantes para el caso venezolano y eso requiere de más recursos siendo una de las tantas trabas que se han presentado en la reanudación de las relaciones.
En diversas oportunidades, en conversación con la prensa, el embajador Benedetti ha pedido que “por favor” se insista en la importancia de atender a los colombianos en el vecino país y para ello es necesario designar a los funcionarios pero también adecuar las instalaciones y estructuras.
Por ejemplo, el consulado de Caracas se deterioró de tal manera que aún no es posible instalar a la representación diplomática, pero los arreglos también requieren presupuesto, recordó la fuente a este diario.
La embajada sí ha comenzado operaciones: unos tres funcionarios están en ella. Los más recientes nombramientos dados a conocer por Benedetti a través de sus redes, que son Lorena Arboleda, consejera de Relaciones Exteriores y segunda al mando de la embajada. La acompañan Germán Castañeda, primer secretario de relaciones exteriores y David Mora, tercer secretario. También está Hollman Calvo, auxiliar de misión diplomática.
La fuente reveló que los colombianos han acudido a la embajada a solicitar trámites consulares, y que a diario se recibe a un buen número de ciudadanos que necesitan pasaportes, cédulas y otros documentos, pero “lamentablemente” no se les puede ayudar, más que explicando que se está a la espera de la apertura de los consulados.
En principio, antes que terminara el 2022 se hizo la promesa de abrir la representación consular en Caracas, Zulia, Táchira y Puerto Ordaz, pero ha sido imposible. Esto genera preocupación en los funcionarios, porque además de trámites y atención hay una población que no está siendo incluida como lo son los colombianos presos en Venezuela.
La fuente reveló que serían unos 1.500 presos colombianos en las cárceles venezolanas, y aunque se trabaja en acelerar los procesos, sin representación consular se hace más complicado.
A través de organizaciones de defensa de la población carcelaria, EL TIEMPO conoció que la cárcel con mayor número de colombianos presos es la cárcel de Santa Ana en San Cristóbal.
“Colombianos hay muchísimos”, dijo a este diario Carolina Girón, del Observatorio Venezolano de Prisiones. Girón agregó que es difícil conseguir estas cifras sobre todo por el miedo de los reclusos y porque el Ministerio de Asuntos Penitenciarios no aporta información.
Se conoció además que a la cárcel de Santa Ana acudió un representante de Colombia y no fue atendido por las autoridades.
El 10 de enero Benedetti publicó en su cuenta de Twitter que, desde el reinicio de relaciones, se ha trabajado en la cooperación judicial y que hasta el momento se han procesado 24 solicitudes en esta materia.
Se conoció, de otro lado, que entre esa veintena de solicitudes están decesos, vehículos hurtados, desapariciones y otros.
“En la Embajada trabajamos por la adecuada implementación del Acuerdo de Cooperación y Asistencia Judicial en Materia Penal de 1998. La cooperación judicial es fundamental para avanzar en investigaciones, procesos y actuaciones judiciales de manera bilateral”, escribió el embajador en su cuenta de Twitter.