El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, parecía estar haciendo un sorprendente revés cuando anunció planes para enviar fuerzas armadas a combatir los incendios en el Amazonas el viernes por la noche, un día antes de que los líderes mundiales lleguen a la cumbre del G7 en Europa.
Si bien Bolsonaro describió la quema en el Amazonas, que se encuentra en el nivel más alto desde 2013, como resultado del clima más cálido, Emmanuel Macron, presidente de Francia, dijo que quiere los incendios en la agenda de la cumbre. Algunos de los países asistentes han dicho que bloquearían un acuerdo comercial entre la Unión Europea y el bloque económico y político de Brasil a menos que el país tome medidas.
Los países del G7 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, el Reino Unido y Estados Unidos) no están solos en presionar al gobierno brasileño a la hora de responder a los incendios del Amazonas; líderes políticos, líderes de la sociedad civil y celebridades de todo el mundo han pedido el fin de la destrucción del bosque, que contiene al menos el 10% de la biodiversidad del planeta.
Posibles sanciones
Los líderes del G7 han sido claros acerca de su prioridad para detener el incendio.
“Nuestra casa se está quemando. Literalmente. La selva amazónica, los pulmones de nuestro planeta que produce el 20% de nuestro oxígeno, está ardiendo. Es una crisis internacional”, tuiteó Macron.
Un portavoz de Downing Street le dijo a CNN que Boris Johnson, primer ministro de Gran Bretaña, cree que “necesitamos una acción internacional para proteger los bosques tropicales del mundo” y que “usará el G7 para pedir un enfoque renovado en la protección de la naturaleza y enfrentar el cambio climático juntos”.
Y el presidente Donald Trump tuiteó este viernes que Estados Unidos está dispuesto a ayudar en los esfuerzos para combatir los incendios.
“Nuestras perspectivas comerciales futuras son muy emocionantes y nuestra relación es fuerte, quizás más fuerte que nunca. Le dije que si Estados Unidos puede ayudar con los incendios en la selva amazónica, ¡estamos listos para ayudar!”, tuiteó Trump.
La ministra alemana de Medio Ambiente, Svenja Schulze, agregó que el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur, el bloque económico y político que comprende Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, “no puede justificarse sin garantías de que la selva tropical estará protegida”.
Schulze dijo que Sudamérica, y Brasil en particular, “merecen nuestro apoyo cuando se trata de preservar la selva tropical… sin embargo, el propio Brasil debe querer esta asistencia y no contrarrestarla con una política nacional de mayor claridad”, dijo.
Bolsonaro llama a los comentarios ‘sensacionalistas’
Bolsonaro ha rechazado parte de la preocupación. Llamó a los comentarios de Macron “sensacionalistas” y lo acusó de usar los incendios para obtener réditos políticos.
“Lamento que el presidente Macron esté buscando instrumentalizar un problema interno en Brasil y en otros países amazónicos para obtener ganancias políticas personales”, tuiteó Bolsonaro.
También reprendió la idea de las sanciones internacionales.
“Los incendios forestales existen en todo el mundo, y esto no puede servir como pretexto para posibles sanciones internacionales”, dijo Bolsonaro durante su discurso el viernes. Agregó que los líderes mundiales deben estar tranquilos cuando discutan los incendios forestales.
“Difundir datos y mensajes infundados dentro o fuera de Brasil no ayuda a resolver el problema y se presta solo para uso político y desinformación”, dijo.
Sin embargo, Bolsonaro autorizó el despliegue de tropas a partir del sábado hasta el próximo mes, de acuerdo con un decreto presidencial obtenido por CNN. La agencia ambiental de Brasil, IBAMA, también está contratando a cientos de bomberos temporales para ayudar a combatir los incendios, anunció la agencia este viernes.
“La selva amazónica es una parte esencial de nuestra historia, nuestro territorio y todo lo que nos hace sentir”, dijo Jair Bolsonaro. “Al ser brasileños, nuestra riqueza es invaluable tanto en términos de biodiversidad como de recursos naturales”.
La responsabilidad ‘recae directamente en el presidente Bolsonaro’
Muchos grupos de defensa y ambientalistas culpan a las políticas de Bolsonaro de permitir que aumente la tasa de incendios en la Amazonía.
“Estamos en una temporada tradicionalmente cálida, seca y de vientos fuertes, donde, desafortunadamente, se producen incendios todos los años en la región amazónica”, dijo Bolsonaro. “En los años más lluviosos, los incendios son menos intensos. En los años más cálidos, como en este 2019, ocurren con mayor frecuencia”.
El centro de investigación espacial de Brasil (INPE) dijo esta semana que el país ha visto un aumento del 85% en los incendios este año, en comparación con el mismo período del año pasado. Más de la mitad estaban en la región amazónica.
Los granjeros y rancheros han usado el fuego durante mucho tiempo para despejar la tierra, y es probable que estén detrás de la cantidad inusual de incendios que se queman hoy en el Amazonas, dijo Christian Poirier, director del programa de la organización sin fines de lucro Amazon Watch.
Los incendios de este año encajan con un patrón agrícola estacional establecido, dijo la meteoróloga de CNN Haley Brink.
“Es el mejor momento para quemar porque la vegetación está seca. (Los agricultores) esperan la estación seca y comienzan a quemar y limpiar las áreas para que su ganado pueda pastar. Y eso es lo que sospechamos que está sucediendo allí”.
Amnistía Internacional dijo el jueves que la responsabilidad por los incendios “recae directamente en el presidente Bolsonaro y su gobierno”, y agregó que la “política desastrosa de su gobierno de abrir la selva para la destrucción (es) lo que ha allanado el camino para esta crisis actual”.
Las organizaciones ambientales y los investigadores dicen que los incendios forestales fueron provocados por ganaderos y madereros que quieren limpiar la tierra y utilizarla, envalentonados por el presidente proempresarial del país, quien hizo promesas de campaña para restaurar la economía explorando el potencial económico de la Amazonía.