La apretada victoria de los Kansas City Chiefs y el show de medio tiempo de Rihanna no fueron los únicos temas que dieron que hablar en el Super Bowl, la final de la liga de fútbol americano que se disputó el domingo.
Entre los anuncios televisivos que se transmitieron durante el partido, hubo una serie publicitaria que llamó especialmente la atención.
A diferencia de otros comerciales de productos de consumo como bebidas gaseosas y automóviles, estos anuncios promocionaban a Jesucristo.
Y han ofendido a personas y grupos con ideas políticas opuestas.
¿”Fascista” o “woke”?
La serie de anuncios del portal web cristiano evangélico He Gets Us (“Él nos comprende”) ha venido apareciendo en la televisión estadounidense desde el año pasado durante eventos deportivos y también en los premios Grammy.
Los comerciales muestran impactantes fotografías en blanco y negro de eventos recientes para proyectar los valores cristianos en la vida moderna.
Bajo lemas como “ama a tus enemigos” o “Jesús fue un refugiado”, asemejan al mesías del cristianismo con un influencer “cancelado”, un refugiado, un trabajador en apuros y otros estereotipos.
Y en el Super Bowl desataron indignación en extremos opuestos del espectro ideológico.
La congresista demócrata de izquierdas de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez tuiteó: “Algo me dice que Jesús *no* gastaría millones de dólares en anuncios del Super Bowl para hacer que el fascismo parezca benigno”.
Del otro lado, Charlie Kirk, fundador del grupo universitario de derechas Turning Point USA, afirmó que los anuncios “complacen a los progresistas”.
Calificó la campaña como “uno de los peores servicios al cristianismo en la era moderna” y llamó a sus promotores “embaucadores woke”.
Los promotores de la campaña
Entonces, ¿quién está detrás de la campaña y por qué ha reunido a una gama tan amplia de detractores?
La campaña está a cargo de Servant Foundation, una organización sin fines de lucro con sede en Kansas también conocida como The Signatry.
El sitio web no explica mucho sobre el origen de los fondos de la campaña y señala que «la mayoría de las personas que impulsan He Gets Us, incluidos nuestros donantes, optan por permanecer en el anonimato porque ellos no son los protagonistas y no desean el crédito».
Sin embargo, David Green, el multimillonario fundador de la cadena de tiendas de artesanía Hobby Lobby, confirmó en noviembre que es uno de los principales donantes de la campaña, cuyo presupuesto inicial rondaba los US$100 millones.
Green es conocido por sus ideas afines a los valores cristianos conservadores.
En un histórico caso de la Corte Suprema en 2014, Hobby Lobby ganó el derecho a negarse por motivos religiosos a cubrir la anticoncepción y la píldora del día después en su plan de salud para empleados.
La empresa también fue acusada anteriormente de homofobia.
Jacobin, una revista de tendencia socialista, indicó que Servant Foundation donó US$50 millones a Alliance Defending Freedom, una organización designada como grupo de odio anti-LGBT por la organización de promoción de derechos civiles Southern Poverty Law Center.
¿A quién molestan los anuncios?
El sitio web remarca: «no somos ‘de izquierda’ o ‘de derecha’ ni una organización política de ningún tipo».
Y, mientras la izquierda dirige sus iras hacia la campaña por quiénes son sus promotores y el enorme gasto -argumentan que hay mejores formas de invertir el dinero-, las críticas de la derecha apuntan al contenido en sí de los anuncios.
En este sentido, llama especialmente la atención un anuncio que narra la historia familiar de Jesucristo con imágenes de familias latinoamericanas que huyen hacia Estados Unidos.
El vídeo concluye con la frase: «Jesús era un refugiado».
Algunos interpretan este y otros anuncios como una promoción de las ideas políticas de izquierda sobre la inmigración y la diversidad.
«¿Usted cree que las fronteras abiertas son algo bíblico?», censuró el fundador de Turning Point USA.
El número de estadounidenses que se identifican como cristianos ha disminuido de forma constante en las últimas décadas.
He Gets Us no respondió directamente a las críticas y en su lugar destacó la atención que ha logrado atraer la campaña, citando a dos empresas de marketing que situaron sus anuncios del Super Bowl entre los más comentados en las redes.
Además de una ola de tuits sobre los anuncios, los datos de Google mostraron un fuerte aumento en las búsquedas de la campaña durante el partido.
«El objetivo es que los dos anuncios no solo inspiren a aquellos escépticos hacia el cristianismo a hacer preguntas y aprender más sobre Jesús, sino que también alienten a los cristianos a vivir aún mejor su fe y exhibir el mismo amor y perdón que Jesús modeló», dijo el portavoz de He Gets Us, Jason Vanderground.