Ante la crisis alimenticia que se vive en Venezuela, el sector de la población que se encuentra más vulnerable es la de los niños, pues sus necesidades nutritivas son muy distintas a la de los adultos.
“Los niños menores a dos años no deberían de ingerir los mismos alimentos que los adultos ni poseer la misma frecuencia de la ingesta, principalmente porque su anatomía no está totalmente desarrollada”, explicó con preocupación la nutricionista Raquel Mendoza.
Al ser consultada, Mendoza indicó que los niños en etapa preescolar pueden tener ciertas similitudes alimenticias con los adultos pero no pueden ser las mismas cantidades, especificando que es a partir de la adolescencia que la nutrición es igual a la de un adulto.
Sobre los adultos venezolanos, Mendoza reveló que aunque algunos poseen sobrepeso no es indicativo que estén comiendo de forma balanceada, pues en su consulta se ha evidenciado el aumento de el consumo de carbohidratos y granos, lo que genera un aumento en el nivel de grasa pero disminución de la masa muscular.
“Una persona puede ser obesa, pero sus músculos pueden estar más pequeños por la falta de nutrientes en su cuerpo”, concluyó la especialista Mendoza.
Por José D. Sequera | LA PRENSA de Lara