El Gobierno italiano estudia la posibilidad de trasladar algunos ejemplares de los osos de los Alpes que habitan en los parques de la provincia de Trento (norte del país) tras la muerte de un joven de 26 años que fue atacado por un animal que ya agredió a otras personas en el pasado.
El ministro italiano de Medio Ambiente, Gilberto Pichetto, confirmó este miércoles que está buscando soluciones para gestionar la presencia de los osos en las áreas próximas a zonas urbanas y que podrían pasar por sacrificar a los ejemplares más agresivos.
Una autopsia confirmó que el joven de 26 años, que apareció muerto la semana pasada en un bosque de la zona del Macizo de Brenta, en los Alpes sudorientales, fue atacado por una osa de 17 años que ya había agredido a un padre y a su hijo en 2020.
“Sabíamos lo que había pasado hace ya tiempo, pero no se han impulsado intervenciones para garantizar la seguridad de la población”, lamentó en una carta publicada por los medios la madre del joven, cuya muerte conoció mientras le esperaba para cenar después de que él hubiera salido a correr.
La noticia ha reavivado el debate sobre la presencia de los osos en las zonas transitadas por excursionistas, mientras que las autoridades provinciales de Trento han asegurado que sacrificarán a la osa y a otros tres ejemplares considerados “problemáticos” por otras agresiones que, por suerte, no se saldaron con víctimas mortales.
Mientras tanto, las organizaciones animalistas piden no caer en el alarmismo y defienden que solo se tomen medidas ante los animales que hayan demostrado un comportamiento agresivo, ya que la presencia de los osos es importante para mantener el equilibrio del hábitat.
La osa que mató al joven, llamada JJ4, es descendiente de Joze, un ejemplar que fue capturado en Eslovenia y liberado en el Parque Natural Adamello Brenta como parte de un proyecto que trató de repoblar con osos los Alpes italianos, hace 25 años.
“Hay más de 120 osos en Trentino, pero descienden de sólo dos machos, Joze y Gasper. El empobrecimiento genético amenaza a toda la población”, indicó en una entrevista con el diario La Repubblica el zoologo, Andrea Mustoni, uno de los líderes del proyecto.
En 2020, los guardias forestales de la provincia de Trento capturaron a un oso de 167 kilos de peso que había salido del área protegida y mantuvo atemorizadas a las poblaciones de esa zona alpina durante nueve meses, dado el carácter más agresivo de los plantígrados de esta zona alpina.
Según el especialista, aunque la mayoría de osos no atacan ni son carnívoros, hay ejemplares “problemáticos y demasiado confiados” que deberían haber sido sacrificados “desde el principio” y sustituidos por otros de Eslovenia.