El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se resiste a aceptar la solicitud del presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, para una reunión privada durante la cumbre del G7, aseguró el periódico brasileño Estadao.
El jefe de Estado ucraniano ya llegó a Hiroshima, ciudad japonesa anfitriona del evento, y participará en los encuentros de este domingo.
Tras el pedido de Zelensky, Lula incluyó una reunión bilateral con el primer ministro de las Comoras, Azali Assoumani, quien encabeza la Unión Africana, pero no respondió al presidente de Ucrania, indicó el periódico citado. Hasta el momento, aduce problemas de agenda y deja en suspenso el encuentro.
El Partido de los Trabajadores (PT) de Lula quiere mantener la posición actual de Brasil, llamada por el gobierno de “neutralidad”; y se alió a Indonesia para intentar frenar la avanzada diplomática de los países occidentales, que insisten en sus fuertes críticas hacia Rusia por su invasión a Ucrania.
Estadao publicó que el equipo de Zelensky se puso en contacto el viernes con la diplomacia brasileña, poco después de que el presidente de Ucrania confirmara su participación en el G7; y solicitó una reunión con Lula. Hasta el momento, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil no respondió. El presidente no ha tomado una decisión al respecto, señaló el medio.
En los últimos meses, Lula estuvo en el centro de la escena por su posición en torno a la invasión rusa a Ucrania. Su postura de no condenar con fuerza la invasión de las tropas de Putin le valió críticas en todo el mundo. El año pasado, en una entrevista con la revista Time, había dicho que el mandatario ucraniano Volodimir Zelensky era “tan culpable como Putin” de la guerra.
La agenda de Lula en el G7
El presidente de Brasil se reunió este sábado con su homólogo indonesio, Joko Widodo, con el motivo de la visita de ambos a la ciudad japonesa de Hiroshima, para participar en varias sesiones del G7 y para tratar cuestiones ambientales.
Lula y Widodo hablaron de la guerra de Ucrania, un importante foco de la cumbre, además de cuestiones medioambientales, un tema que afecta especialmente a ambos países, y que el presidente de Brasil ha intentado impulsar al presentar su candidatura como sede para la próxima COP30 (Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) en 2025.
“Acabo de estar con el presidente de Indonesia, un país de 280 millones de habitantes y mucho en común con Brasil. Tuvimos una buena conversación sobre el tema de la protección del clima y los bosques y coincidimos en la importancia de un diálogo por la paz en el mundo”, publicó Lula en su perfil de Twitter.
Antes de la reunión con Widodo, Lula se reunió también con el primer ministro japonés, Fumio Kishida, con el que abordó cuestiones de visado turístico, ayudas económicas en cuestiones de salud y cooperación bilateral.
Brasil es uno de los países invitados a participar en varias de las sesiones de este G7, que cuenta con un número récord de asistentes, entre los que también se encuentran la India, Corea del Sur o Comoras, presidente actual de la Unión Africana, en un intento de los miembros del foro para ampliar sus alianzas.
Lula participará en tres reuniones temáticas durante los próximos dos días en las que se discutirán la seguridad alimentaria, el cambio climático y el fortalecimiento del sistema mundial de salud.
Aprovechando su presencia en Hiroshima tiene además previstas otras reuniones bilaterales, como la programada con el primer ministro de India, Narendra Modi, este domingo, y este mismo sábado con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz.