La líder opositora María Corina Machado aseguró este martes que el veto del Consejo Nacional Electoral (CNE) a la observación de la Unión Europea (UE) es «un error» que «debería reconsiderarse».
«Es una señal de miedo, ellos están reconociendo que no quieren ser observados. Creo que es un gran error, yo creo que es algo que debería reconsiderarse si efectivamente el régimen busca con ellos tener reconocimiento, pero lo que pasa es que régimen sabe lo que sabemos todos los venezolanos, que la victoria de los demócratas venezolanos va a ser avasalladora, va a ser monumental», dijo Machado en declaraciones a periodistas durante un acto en el que el partido Copei ratificó su respaldo a la candidatura presidencial unitaria de Edmundo González Urrutia.
María Corina dijo que «estamos a tiempo de rectificar esto por el bien de todos» y que se restituya la invitación a la UE para que envíe una misión de observación electoral para el 28 de julio.
Sin embargo, aseguró que si esto no se logra, los venezolanos serán quienes realicen una «observación popular» para defender los votos. «Los venezolanos no estamos actuando con ingenuidad, sabemos lo que estamos enfrentando, un proceso que no es ni limpio, ni justo«, sostuvo.
Y reafirmó que «si creen que con esto nos van a debilitar los ánimos o la confianza en nuestras propias fuerzas que tiene la gente, se equivocan. Esto lo que hace es afianzar aún más todo el trabajo que tenemos hacer con los comanditos y con la plataforma 600k que va avanzando muy bien».
La líder opositora también se refirió a la decisión de Colombia y Brasil de no enviar misiones de observación a la elección presidencial en Venezuela.
«Evidentemente hay parte de una interacción en el cual el régimen está obviamente cerrando puertas y lo que han hecho con la Unión Europea es algo incomprensible. Entonces probablemente esto influencia la posición de otros grupos independientes de observación electoral que dicen bueno, si no ahora probablemente nosotros tampoco», analizó.
En este contexto, María Corina consideró que «Colombia y Brasil, al igual que otros países de la región, tienen una gran oportunidad, una gran responsabilidad porque el desenlace de este proceso va indiscutiblemente a tener un enorme impacto en la realidad de estos países, por la migración, por la estabilidad política».