El luchador iraní, Ali Heibati, no volverá a pisar un ring de lucha de artes marciales mixtas a nivel profesional en lo que le queda de vida, por agredir a una animadora.
Heibati que actualmente reside en Rusia, fue suspendido de por vida por darle una patada a una chica del ring que mostraba el cartel que presentaba el primer asalto del combate. En el combate resultó perdedor, y para colmo golpeó al ganador del evento cuando los estaban entrevistando.
Por estas acciones, liga rusa de MMA HFC decidió sancionarlo de por vida en su circuito.
La sanción contra el luchador iraní tambien se apoya en un historial de actos violentos previos a sus combates que acumuló una gran polémica a su alrededor.
Debate encendido
El caso ha generado mucha polémica en las redes. La mayoría de los usuarios condena la agresión, pero algunos usuarios musulmanes dicen que no fue para tanto, y que las mujeres no deberían usar esa vestimenta en los deportes porque ofenden al Islam. ¿Tu que opinas?
La que si ha sido una condena abrumadora, es la de cientos de aficionados a las artes marciales mixtas, que en las redes sociales han censurado, el comportamiento de Heibati ante la animadora de nombre “María”.
Lo califican de “vergonzoso” y “deplorable” su actitud con respecto a la chica del ring. Asimismo, consideran poco deportivo su comportamiento ante sus contrincantes antes y después del combate.
“Intentó atacar al ganador varias veces tras la pelea. Cero deportividad”, comenta uno de los espectadores del combate. Otro cuenta que, tras el combate, Heibati fue precisamente el que recibió unos cuantos golpes por su actitud. “Nadie ha sido tan estúpido como para hacer esto antes”.
Además de su sanción de por vida, la liga rusa también ha impuesto una sanción al luchador.
Pidió disculpas y dice que no es machista
Heibati, trató de disculparse con la animadora a través de sus redes sociales.
“Hola a todos. Esta es María. No actué bien con ella. La razón fue que antes de la pelea de MMA hubo un montón de peleas a puñetazos. En la jaula me quedé allí y sólo quería salir a luchar”, dice el luchador. “Estaba tenso y, como la mayoría entiende, en la lucha florecen las emociones, por lo que antes de la pelea actué mal con María”, reconoció.
El luchador insiste en que no fue un acto de machismo, como se le ha acusado, pues “es un hombre casado”. En un programa de TV dijo: “Quiero disculparme públicamente con ella. Soy un hombre casado, así que respeto el género femenino”, insiste. “Ella estaba haciendo su trabajo y yo, después de la pelea, tampoco admití mi culpa, porque también me golpearon en la cabeza”, explica, reiterando sus disculpas: “Decirle a María que lo siento”.