El presidente francés, Emmanuel Macron, se ha solidarizado este miércoles con la familia del menor muerto a tiros el martes por la Policía en la ciudad de Nanterre y ha pedido calma, después de una noche de disturbios con más de una treintena de detenidos y decenas de coches incendiados.
En una declaración en Marsella, donde se encuentra realizando una visita de tres días, Macron ha insistido en que «nada justifica la muerte de un joven», mientras circulan las imágenes de los hechos que desacreditan la versión inicial de los policías implicados, según la cual habrían actuado en legítima defensa.
El presidente ha manifestado en nombre de «toda la nación» su «emoción y la «afección por Naël y su familia», y ha hecho hincapié en que su muerte «es inexplicable e inexcusable».
Naël, un joven negro de 17 años, conducía ayer por la mañana en Nanterre sin permiso un coche de alquiler cuando fue detenido por una pareja de policías.
Las imágenes de un vídeo grabado por un testigo muestran que uno de los agentes le apuntaba con su arma por la ventanilla del conductor, mientras el otro hablaba con él, y que el primero disparó en cuanto el joven arrancó el vehículo para huir, sin que amenazara la integridad de los policías.
Macron ha dicho que quería que la Justicia actúe rápido, pero con la serenidad que necesita para hallar la verdad.
«En un contexto así -ha añadido- hace falta afección y respeto por Naël y su familia, calma para que haya Justicia y también calma en todas partes porque no necesitamos que la situación se incendie».
Una alusión directa a los altercados de la pasada noche en Nanterre y en otras ciudades de la periferia de París y a la posibilidad de que se repitan.
Para evitarlo, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha anunciado el despliegue de 2.000 policías y gendarmes.
REACCIONES DE MBAPPÉ, KOUNDÉ Y OMAR SY
La muerte del joven Naël por una actuación policial más que cuestionable ha dado lugar a un gran número de reacciones políticas, con críticas directas a la utilización de la legítima defensa por las fuerzas del orden, algunas muy duras como la del líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon.
«Estas muertes -afirmó Mélenchon en su cuenta de Twitter- comprometen la autoridad del Estado. El cuerpo de policía tiene que rehacerse completamente y sus asesinos, castigados. Los policías republicanos no deben dejarse deshonrar más por este tipo de compañeros. Y los comentaristas que los perdonan alientan lo peor».
Fuera del ámbito político, también se han manifestado personalidades como dos destacados miembros de la selección francesa de fútbol, ambos negros como la víctima, el delantero Kylian Mbappé del París Saint Germain (PSG) y Jules Koundé, del Barcelona.
Mbappé ha dicho que le «duele Francia» y que es «una situación inaceptable», mientras Koundé ha mostrado su indignación con un mensaje en el que ha hecho hincapié en el hecho de que un joven de 17 años ha sido «asesinado a tiros a quemarropa por un polícía por negarse a obedecer en un control. Ésta es la realidad y es dramática».
El actor negro Omar Sy ha puesto el acento en que Naël murió «asesinado por un policía» y ha reclamado «que una Justicia digna de ese nombre honre la memoria de este chico».
La madre de Naël ha convocado a una manifestación mañana ante la prefectura de Nanterre y, lejos de los llamamientos a la calma del Gobierno y de una parte de los responsables políticos, ha pedido «una revuelta» por su hijo.
En las últimas horas, ha sido tendencia en Twitter en Francia #ViolencesPolicieres (violencia policial).
EFE