Este día de la madre es necesario resaltar las mujeres venezolanas que siguen dando todo en el extranjero para sacar a su familia hacia adelante.
Así es la historia de Crisvy Cuenca, una falconiana que reside desde hace cinco años en Argentina y se dedica a vender empanadas y arepas en las cercanías de la Embajada de Venezuela en ese país.
Esta venezolana que es maestra de educación pasa hasta más de 12 horas diarias trabajando para llevar el sustento de su hogar con su esposo que es ingeniero industrial, ya que el comercio es lo que les ha dado para vivir junto a sus dos hijos.
“Esto me resulta muchísimo más que un trabajo con un sueldo mínimo, ponele”, señaló sirviendo de conexión con los connacionales que transitan por ese lugar.