En Venezuela hay madres amas de casa, madres peluqueras, madres conductoras madres panaderas, madres profesoras y hasta madres corredoras, como es el caso de Carolina Pérez e Hilenia Andrades.
Ambas deportistas se dedican al running y al trail running junto a sus hijas, dando un ejemplo de estilo de vida que puede ser aprovechado por la población y más en esta época de pandemia.
Sonrisas al correr
Carolina Pérez es una deportista caraqueña amante del running y nos cuenta que corre con sus dos hijas, Clarissa (7) y Sabrina (9) desde hace un par de años todos los fines de semana.
«Se los hago divertido, cómo rodar bici, monopatín, la hooverboard y dentro de esa diversión les digo vamos a correr dos vueltas».
Precisa que cuando entrena con Clarissa y Sabrina se siente muy feliz por la conexión que se genera entre ellas y lo que más le conmueve es mirar «los cachetes rojitos, me encanta. Y ellas felices porque lo hacemos tipo juego».
Desea que sus dos hijas amén el deporte tanto como lo hace ella con el propósito de que se mantengan siempre activas.
Además, invita a los venezolanos a que siempre le transmitan felicidad a sus hijos mediante la actividad deportiva.
«Que los llenen de ánimos para que los integren en sus actividades diarias como el correr, que no cuesta dinero como muchos otros deportes que necesitan ir hasta el sitio donde lo imparten, pagarle al profesor, etc. Con tan solo unos zapatos deportivos y ropa pueden correr y dejarles esa semilla del deporte tan buena para la vida», finalizó.
Montaña de felicidad
Hilenia Andrades, quien forma parte de la Selección Nacional de Trail Running, de igual manera invita a su hija Michelle (13) a cada entrenamiento que realiza en la montaña.
Explica que desde hace un año realiza los rodajes con Michelle, pues desde pequeña se ha familiarizado con el deporte.
«Desde la pandemia para acá, marzo del año pasado, cuando me tocan días de descanso voy con ella a la montaña y ella me motiva. Logramos hacer 5 o 6 kilómetros».
Asegura que siente una admiración por ella cada vez que entrenan juntas, ya que se le ha inculcado la enseñanza de la vida al aire libre y disfrutar de los paisajes que brinda la montaña.
«Correr o hacer cualquier deporte con tus hijos será un regalo que le estamos dando para un futuro. El círculo de vida del atleta es sano y regala bienestar mental y psicológico».
Andrades insta a aquellas madres que no son corredoras a que le permitan a sus hijos vivir esta experiencia mediante un compartir familiar, como por ejemplo , ir a caminar.
Eduardo Lugo