El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha denunciado que hay intentos de sembrar el fascismo en el país mediante el uso de la mentira, el odio y la violencia. Aunque no ha especificado a quiénes responsabiliza de estas acciones, ha pedido a los ciudadanos que estén alerta y ha reafirmado el compromiso de Venezuela con la paz, la solidaridad, el amor, la estabilidad, la armonía, la recuperación y el crecimiento.
Estas declaraciones de Maduro se producen después de que la precandidata presidencial Delsa Solórzano denunciara amenazas de muerte y recibiera mensajes donde aseguraban que la asesinarán. Durante su programa semanal “Con Maduro +”, el presidente ofreció toda la protección a políticos opositores víctimas de amenazas y respaldó la investigación realizada por la Fiscalía General sobre el caso de Solórzano.
Maduro afirmó que el chavismo nunca ha utilizado la violencia y reiteró que su gobierno es de paz y diálogo. Sin embargo, no hizo referencia a las agresiones denunciadas por el comando de campaña del precandidato presidencial opositor Henrique Capriles. Según el comando de Capriles, simpatizantes del chavismo sabotearon una actividad que el opositor tenía prevista en el estado Apure, fronterizo con Colombia.
Maduro no dice nada sobre las otras amenazas y agresiones a opositores
Además, otros opositores como María Corina Machado también han sufrido agresiones durante sus recorridos por el país en busca de votos para las primarias antichavistas. Estas agresiones han sido grabadas en video y difundidas en redes sociales por numerosos usuarios.
Estas agresiones y amenazas contra políticos opositores han generado preocupación en el país, ya que se acerca la fecha de las primarias antichavistas en las que se elegirá al candidato que intentará derrotar al chavismo en las elecciones presidenciales de 2024.
Ante este panorama, la denuncia de Maduro sobre intentos de sembrar el fascismo en Venezuela ha generado un debate acalorado en el país. Mientras algunos apoyan al presidente y consideran que estas acciones son una estrategia para desestabilizar al gobierno, otros critican al mandatario por no condenar las agresiones sufridas por los opositores y por utilizar el discurso del fascismo como una forma de desprestigiar a la oposición.
En medio de esta situación, la sociedad venezolana se encuentra conflictuada y depauperada, con un clima político tenso y una creciente preocupación por la violencia y la falta de seguridad. Los ciudadanos esperan que las autoridades tomen medidas para garantizar la integridad de todos los actores políticos y promover un ambiente de diálogo y respeto.
Con información de EFE.