Nicolás Maduro ya tiene representante para la IX Cumbre de las Américas, que comienza hoy en Los Ángeles cuando todavía se mantiene un vigoroso pulso diplomático entre el organizador, convencido de que ya tiene atada una «sólida representación», y los países de la región. «Me parece muy bien que Alberto Fernández lleve la voz de América Latina y el Caribe a la reunión de las Américas. Vamos a estar bien representados», se congratuló el «presidente pueblo».
El Mundo | Daniel Lozano
«Agradezco su posición valiente. Los pueblos humildes del continente reconocen su firmeza y suman su voz para cuestionar la política errática imperial que pretende dividir nuestro continente», añadió Maduro, que nunca estuvo invitado a la Cumbre y sobre el que pesa una recompensa de 15 millones de dólares para quien colabore en su captura.
El jefe revolucionario insistió en que la Cumbre no es tal y que se trataría de una reunión, en un intento de hacer crecer el boicot surgido en las últimas semanas a raíz del pulso planteado por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien a horas del inicio ha delegado su representación en su canciller, Marcelo Ebrard. Si Joe Biden no da su brazo a torcer y no invita a las tres revoluciones, López Obrador no acudirá a un cónclave en el que se van a plantear temas, como el migratorio, que afectan directamente a su país.
Venezuela, Cuba y Nicaragua no sólo fueron «castigadas» por mantener posturas antidemocráticas. Las tres son las principales aliadas de Vladimir Putin en la región. «EEUU pretendía aplastar a Rusia y ha sucedido lo contrario», insistió el «hijo de Chávez» en la misma alocución.
Boicot y exclusión son las dos palabras que han marcado hasta ahora los preámbulos de la cumbre. Como ya dejó bien claro Maduro, su colega Fernández acudirá a regañadientes a la cita en California, tal y como confirmó el mandatario argentino a Biden en una conversación telefónica. Ambos presidentes concretarán en Los Angeles una visita posterior de Fernández a Washington.
NO HABRÁ CUMBRE PARALELA
La «voz» de Maduro en la Cumbre también ha desistido finalmente de forzar una cumbre paralela prorevolucionaria en Los Ángeles, una iniciativa que nació muerta desde su origen. Algo que le quedó claro al enviado de Biden a la zona, el ex senador demócrata Christhoper Dodd, quien en un viaje relámpago se ha entrevistado con varios presidentes latinoamericanos.
Lo que sí intentará Fernández es exprimir al máximo su presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), creada hace más de una década por Hugo Chávez y Lula da Silva para consolidar su hegemonía en el continente. Su papel será canalizar las protestas contra la exclusión de sus aliados, además de apostar por la resurrección de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur), otra pieza más para su tablero geopolítico. «América va tomando su camino de nuevo, tenemos fe absoluta», subrayó el caudillo bolivariano.
En el sprint final hacia la Cumbre, que dedica sus primeros días a los encuentros de la sociedad civil, se ha confirmado también la ausencia del presidente boliviano, Luis Arce, quien estuvo presente en la Anticumbre de La Habana con Maduro y con el cubano Miguel Díaz-Canel, así como la postura firme de la izquierdista hondureña Xiomara Castro de no presentarse en Los Ángeles si Biden no abre la mano previamente.
También se esperan varias bajas de los pequeños países del Caribe, aliados de Venezuela, como San Vicente y las Granadinas.
En cambio, Dodd regresó a Washington con la certeza de que el brasileño Jair Bolsonaro olvidará sus desencuentros con EEUU y concurrirá a California, al igual que el chileno Gabriel Boric. El peruano Pedro Castillo ya ha obtenido el permiso del Congreso para viajar a la ciudad anfitriona.