Cinco ciudadanos estadounidenses y un residente permanente que cumplían arresto domiciliario en Caracas (Venezuela) fueron detenidos por el servicio de inteligencia del país, el SEBIN, el sábado, apenas unas horas después de la extradición de Alex Saab, el testaferro de Maduro.
José Pereira, Tomeu Vadell Recalde, Jorge Luis Toledo Kohury, Gustavo Adolfo Cárdenas Cardona, Alirio y José Zambrano, conocidos colectivamente como los “6 de CITGO”, fueron buscados el sábado por uniformados y traslados a una de las sedes de la policía de inteligencia, el Helicoide. Desde entnces están incomunicados en la brutal cárcel del régimen.
“Mi padre no puede ser usado como una ficha de cambio”, dijo Cristina Vadell, hija de Tomeu Vadell, uno de los seis ex ejecutivos detenidos. “Me preocupa su salud y más ante los casos de coronavirus en el país”.
La abogada de los ejecutivos, María Alejandra Poleo, manifestó su preocupación por Alirio Zambrano, quien padece de una enfermedad pulmonar, por la que debe dormir pegado a una máquina de oxígeno. “Y como consecuencia de la extradición de Alex Saab, nuevamente los seis de Citgo son utilizados como monedas de cambio. Fueron trasladados al Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia) para un presunto examen médico”, escribió inicialmente en Twitter la abogada.
El presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, también mencionó la situación de “los 6 de CITGO” al referirse a la extradición de Saab y la consideró una “evidente represalia”. “En Venezuela, la dictadura se exhibe utilizando un sistema de justicia secuestrado como herramienta de tortura y persecución a Roberto Deniz y su familia, y a los miembros de Citgo, en evidente represalia”, escribió en su cuenta de Twitter, en un hilo más largo de mensajes.
Horas antes del arresto, José Pereira difundió un video en el que, hablando a cámara y por momentos con un tono de voz inentendible, manifiesta su preocupación por lo que podría sucederle. “Estamos aquí grabando este video porque en este momento hay bastante preocupación en nuestras familias y en nosotros mismos, porque no se sabe qué va a suceder a raíz de la extradición que acaba de ocurrir de Alex Saab”, expresa Pereira.
“Hay mucha preocupación porque ya nos pasó, en el 2019, cuando vinieron por nosotros casa por casa”, recuerda el ejecutivo. “Quiero dejar este testimonio, porque realmente es de gran preocupación”, cierra, después de lamentarse por las duras condiciones de su anterior encarcelamiento.
Citgo es la principal empresa refinadora de petróleo y comercializadora de gasolina, lubricante y petroquímicos que tiene Venezuela en Estados Unidos.
Además del encarcelamiento de los norteamericanos, la dictadura chavista también anunció ayer la suspensión de las negociaciones con la oposición. Jorge Rodríguez, quien ha estado al frente de la delegación de Maduro en las negociaciones que iniciaron en agosto, señaló que su equipo no viajaría a Ciudad de México para la próxima ronda de diálogo programada con los opositores respaldados por Estados Unidos, si bien no llegó a decir que Venezuela abandonará el diálogo por completo.
El anuncio fue el último episodio de una jornada tumultuosa en la que el empresario Alex Saab fue puesto en Cabo Verde en un avión con destino a Estados Unidos luego de una lucha de 16 meses de parte de Maduro y sus aliados, entre ellos Rusia, que consideran al empresario nacido en Colombia un diplomático venezolano.
Se espera que Saab tenga su primer audiencia en la corte el lunes en Miami, de acuerdo con la portavoz del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Nicole Navas Oxman, quien externó su gratitud y admiración al gobierno de Cabo Verde por su profesionalismo y “perseverancia en este caso complejo”.
Saab, de 49 años, fue arrestado en el archipiélago africano hace 16 meses al hacer una parada cuando se dirigía a Irán. Las autoridades estadounidenses habían tenido en la mira a Saab por años, ante la creencia de que guarda muchos secretos respecto a la forma en que Maduro, la familia del mandatario venezolano y sus principales aliados desviaron millones de dólares de contratos gubernamentales para alimentos y vivienda en medio de una crisis generalizada en Venezuela.