El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha salido de nuevo a la escena internacional. Su aparición en la COP27 sorprendió pues hacía bastante tiempo que no se codeaba entre mandatarios que no fuesen sus aliados.
El Tiempo | Ana Rodríguez
Además, desde que en 2020 Estados Unidos ofreció una recompensa de 20’000.000 de dólares por su captura y luego apareció de la pandemia, las visitas internacionales de Maduro disminuyeron, mientras que la presión internacional aumentaba.
A finales de 2021, el mandatario apareció en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en México, Estado que no solo ha abogado por la inclusión de Venezuela en eventos como la Cumbre de las Américas, sino que es sede de los diálogos entre la oposición y el oficialismo venezolano.
Luego, en junio de 2022, Maduro emprendió su primera gira internacional en mucho tiempo. Sancionado por Estados Unidos, se había mantenido en el país con un par de visitas a Cuba. Fuera del continente aterrizó en 2018, en Rusia.
Poco a poco se ha visto cómo el cuestionado mandatario vuelve a la escena internacional y devela una imagen debilitada de Juan Guaidó, su contraparte, quien además es reconocido como presidente de Venezuela por Estados Unidos y unos 40 países más, entre ellos Francia, pero cuyo presidente extendió la mano a Maduro en esta COP27 y hasta sirvió de anfitrión, junto a Colombia y Argentina, para que el oficialismo y la oposición se sentaran a conversar nuevamente en París.
“Vamos a ver muchas cosas pasando en breve. Negociaciones, flexibilizaciones y nuevas alianzas internacionales y todo probablemente antes de fin de año. Y esto puede tener impactos positivos en la actividad económica nacional”, así lo considera el presidente de la encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León.
Vamos a ver muchas cosas pasando en breve. Negociaciones, flexibilizaciones y nuevas alianzas internacionales. Y esto puede tener impactos positivos en la actividad económica nacional.
León también cree que estos últimos movimientos, que incluyen la influencia de Gustavo Petro y el triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, son “el preludio del fin de la estrategia que Estados Unidos ha seguido frente a Venezuela. Sería extraño que se enfrentara a la región para sostener algo que evidentemente no ha funcionado”.
Esto concuerda también con la actitud de Emmanuel Macron frente a Maduro, a pesar de que no lo reconoce como presidente de Venezuela. En un pasillo en medio de la COP27, el presidente francés conversó con el venezolano y se ofreció para apoyar el diálogo e incluso se comprometió a llamarlo.
“Je vous appellerai (te llamaré)”, le dice Macron a Maduro en un video difundido por la prensa oficial del mandatario venezolano.
Estos escenarios parecen favorables para Maduro, quien ha sido tildado de dictador y violador de derechos humanos. Incluso, la misma Corte Penal Internacional (CPI) le sigue un proceso a Venezuela y recientemente indicó que las apelaciones del país eran insuficientes para detener la investigación por crímenes de lesa humanidad.
Sin embargo, que el mandatario tenga estos acercamientos y que Estados Unidos haya entregado a los sobrinos de la primera dama, Cilia Flores, a cambio de siete estadounidenses presos en Venezuela, es una muestra de que el interlocutor sigue siendo Maduro, quien aprovecha para sumar puntos de cara a las presidenciales de 2024.
Para el politólogo Daniel Arias, además de la participación de Francia, que Colombia y Argentina estén presentes no solo muestra la reconfiguración de la izquierda en Latinoamérica, sino que la necesidad de frenar la crisis migratoria hace que se impulsen aún más los diálogos entre gobierno y oposición, y con ello la figura de Maduro.
Pero hay quienes tienen sus dudas sobre la factibilidad de los diálogos. “Así como Maduro declaró la Navidad, sin cumplir con los compromisos laborales de los maestros, también se dispondría a otra probable parodia que no sorprende que se vuelva a pasmar porque presiona por la libertad del colombiano Álex Saab, ‘diplomático venezolano’”, dice el abogado y excongresista Nelson Chitty La Roche.
Por su parte, Juan Guaidó, quien al parecer sigue quedando por fuera de las negociaciones, insiste en que su interés es seguir pidiendo elecciones presidenciales y “procurar resultados en favor de los venezolanos y una solución a este conflicto”, así lo escribió él en su cuenta en Twitter refiriéndose al encuentro entre la oposición y el chavismo en París.
A pesar de lo que parecía un avance para el chavismo, Europa ha puesto freno también.
El politólogo Daniel Arias considera que la presencia de Francia se debe a que es el representante directo de la Unión Europea “autorizado por Estados Unidos para el levantamiento de las sanciones”, pero a la par que se daban estos acercamientos, la misma Unión Europea renovaba sanciones contra funcionarios del chavismo.
A esto la Cancillería venezolana respondió considerando que era una “bofetada” al recién proceso iniciado, especialmente porque parte del pedido de Venezuela para volver a las negociaciones en México es que se levanten las sanciones impuestas al país y a funcionarios, que incluyen congelamiento de bienes en el exterior.
“La decisión de la Unión Europea, publicada el mismo día en el cual el presidente Enmanuel Macron manifiesta públicamente la voluntad de apoyar las negociaciones entre el Gobierno de Venezuela y un sector de la oposición, es incoherente y constituye una bofetada a la iniciativa francesa denominada Foro por la Paz”, se lee en el comunicado emitido por la Cancillería.
