Malaui ha agotado todas las vacunas de las que disponía para hacer frente al brote de ébola que golpea al país desde el pasado mes de marzo y que causó ya más de 900 muertos, informaron las autoridades.
“Es verdad que ya no tenemos vacunas para el cólera. Hemos usado todas las vacunas que teníamos. Estamos hablando con la OMS (Organización Mundial de la Salud) para recibir otro envío”, dijo este jueves el portavoz del Ministerio malauí de Sanidad, Adrian Chikumbe, en declaraciones recogidas hoy por medios locales.
“Pero (…) no hay garantía de que consigamos otro envío en los próximos días”, lamentó Chikumbe.
La escasez mundial de vacunas orales contra el cólera, frente a la treintena de brotes declarados este 2022 en el mundo, obligó el pasado mes de octubre al grupo de organizaciones que gestiona las reservas internacionales (OMS, Médicos Sin Fronteras, Federación Internacional de la Cruz Roja y Unicef) a reducir las dosis administradas de dos a una.
La razón del elevado número de infecciones actual es la multiplicación de fenómenos climáticos extremos como inundaciones, sequías, así como de guerras y desplazamientos forzados de poblaciones, todo lo cual limita el acceso al agua apta para el consumo.
En los cinco años anteriores, en cambio, menos de 20 países reportaron situaciones de propagación de esta enfermedad.
Hasta el momento, el brote de cólera acumula en Malaui un total de 28.132 infecciones y 916 muertes, según informaron este viernes las autoridades sanitarias del país africano.
A finales del pasado mes de noviembre, el país lanzó una campaña de vacunación destinada a 2,9 millones de personas mayores de un año para frenar el brote.
El cólera es una enfermedad diarreica aguda provocada por la ingestión de alimentos o agua contaminados con el bacilo “vibrio cholerae”.
Según la OMS, sigue siendo “una amenaza mundial para la salud pública y un indicador de inequidad y falta de desarrollo”.