Cuando resta un mes para la toma de posesión presidencial en Venezuela, el 10 de enero de 2025, la líder de la oposición, María Corina Machado, ha pedido al Gobierno de Gabriel Boric apoyo ante la escalada del régimen de Nicolás Maduro en contra de seis de sus asesores políticos alojados en la Embajada de Argentina en Caracas. “Es un momento donde América Latina, como ustedes [Chile] lo han entendido, debe asumir la defensa de estos derechos que están por encima de una discusión de diferencias ideológicas de izquierdas o derecha”, ha dicho este martes en una intervención, vía telemática, en una sesión en la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de Chile.
También Edmundo González, excandidato presidencial que se encuentra en Madrid, España, desde el pasado 8 de septiembre, ha participado, de manera telemática, en la sesión parlamentaria para plantear la situación del país caribeño después que el Consejo Nacional Electoral (CNE) —controlado por el chavismo — proclamó a Nicolás Maduro como triunfador de los comicios del 28 de julio sin mostrar hasta ahora las actas de votación que comprobarían los resultados. Mientras tanto, la oposición ha mostrado un 81% de las actas escaneadas, que confirman una victoria electoral de González, a organismos internacionales como el Centro Carter y la Organización de Estados Americanos (OEA); y distintos parlamentos, incluyendo al chileno.
“Sería importante insistir en el reconocimiento pleno por parte del Gobierno de Chile, no solo de la comisión [de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja], de Edmundo González como presidente electo de Venezuela, como lo han hecho muchos países alrededor del mundo”, dijo Machado.
Boric ha destacado por ser uno de los primeros mandatarios de América Latina en pedir un conteo transparente de los votos en Venezuela tras las elecciones presidenciales, lo que devino en un retiro del cuerpo diplomático del país caribeño en Santiago y la expulsión del personal de la Embajada de Chile en Caracas por orden de Maduro. La postura del presidente de izquierdas ha sido elogiada por la oposición venezolana, incluyendo a Machado, quien en su discurso de este martes ha vuelto a destacar que el papel de Chile por la manera en que ha “asumido la causa venezolana con firmeza, claridad, en primera fila”.
Pese a que el mandatario chileno ha calificado de fraudulentos los resultados del CNE y de dictadura al régimen de Maduro, todavía no ha reconocido oficialmente a González como presidente electo de Venezuela.
Un tenso intercambio
Machado ha advertido que si el sucesor de Hugo Chávez, mediante la fuerza o la violencia, “decide prolongar esta agonía, pues habrá cometido el peor error de su vida porque a partir de ese momento se iniciará la fase de mayor presión”. La declaración ha incomodado a la legisladora Nathalie Castillo, militante del Partido Comunista de Chile, que forma parte de la coalición de Gobierno de Boric, quien además ha cuestionado a otros diputados por referirse a González como presidente electo. “En rigor, ya sabemos la historia de Venezuela respecto a hacer nombramientos de presidentes encargados. Por ejemplo, recordemos el caso de [Juan] Guaidó, que también quedó sin respaldo internacional”, indicó.
El emplazamiento obtuvo una respuesta de Machado, al recordarle a Castillo que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha confirmado que en Venezuela se han perpetrado crímenes de lesa humanidad antes, durante y luego de las elecciones, por parte del régimen chavista.
También sugirió a la diputada Castillo que contactar a los militantes del Partido Comunista de Venezuela —que han acusado a Maduro de ejecutar una “política de terror” — para que conozca su situación, quienes también “han elevado sus voces en defensa de sus propios derechos” y le “han quitado las banderas” a la fuerza. “No es un tema ideológico, sino que todo aquel que alza su voz es perseguido y maltratado por este régimen”, concluyó.
A diferencia de otras formaciones políticas del país sudamericano, la cúpula del PC de Chile, particularmente su presidente, Lautaro Carmona, ha descartado que en Venezuela exista una dictadura por considerar que “hay separación de poderes”. Esta postura ha generado desencuentros con el Gobierno de Boric, sobre todo luego de las elecciones presidenciales del 28 de julio.
