Que María Corina Machado exija a la Comisión Nacional de Primaria CNP que aclare cómo será el apoyo técnico del CNE en el proceso del 22 de octubre es, a todas luces, contradictorio.
La abandera de Vente Venezuela pretende lucir como una recién llegada, como una mujer prístina, que arribó recientemente al país a bordo de un platillo volador procedente de Venus y no como la líder de un partido político que, tras más de una década fundado, tiene responsabilidad en el desastre actual.
Escucharla rechazar el apoyo técnico del CNE, que por cierto ella y su equipo conocía desde hace meses, pues está claramente planteado en el reglamento de primarias, suena a manipulación.
Y es manipulación porque la señora Machado participó en la primaria opositora de 2012 que, en ese momento, seleccionó a Henrique Capriles como abanderado de la unidad y cuyo proceso contó con el apoyo del CNE.
De hecho, en ese proceso en el que ella participó, los votos los contó nada más y nada menos que la propia Tibisay Lucena, quien, como todos saben, era la rectora principal del poder electoral.
Machado asegura, 11 años después, que el CNE «malo maluco» pondría en riesgo la identidad del elector pudiendo generar una nueva lista Tascón. Lo que no dice la señora Machado es que la tristemente célebre lista surgió del referendo revocatorio, un proceso que fue manual.
Entonces, ¿busca o no manipular a la opinión pública? . Como dato adicional, hay que recordar que ella fundó y encabezó Sumate, la ONG que organizó el firmazo y contrafirmazo contra Chávez, proceso que fue manual y del que surgió la lista Tascón.
Mosca, que de manipuladores está lleno el camino político que lleva a las primarias.
Clarita L.
Ilustración @fmpinilla