Tomar un vuelo con destino África siempre genera una emoción tremenda. Y si es tu primera vez, empezar visitando Marruecos y, en especial, Marrakech, será, sin duda, un gran acierto.
Marrakech destaca por la fusión, bien conseguida, entre Oriente y Occidente. Un lugar donde lo antiguo y lo moderno se encuentran y crean la atmósfera perfecta para que te sumerjas de lleno en el mundo árabe. Quizás mientras disfrutas de un delicioso té a la menta en el patio de tu Riad o quizás disfrutando de tus vacaciones, como de costumbre, bebiendo una Coca Cola después de un baño en la piscina tu hotel.
Marrakech es para todos los gustos. Te permite sumergirte tanto como quieras en sus recovecos, en su cultura y en su gente. Si hay un rasgo que define a los musulmanes es su HOSPITALIDAD, y en Marrakech saben bien cómo hacerte sentir como en casa.
¿Cómo llegar?
El Aeropuerto de Marrakech recibe una gran cantidad de vuelos internacionales, sobre todo de las principales ciudades europeas. Si decides viajar y cruzar el Atlántico para visitar Europa, no tendrás ningún problema para darte el salto y conocer esta joya africana.
¿Qué hacer?
Marrakech es el lugar perfecto para poner en práctica el slow travel. Hay que caminarla, olerla, saborearla a bocaditos, conversar con su gente, regatear (y mucho), disfrutar de sus vistas, de sus colores… Pero como por algo hay que comenzar, lo haremos con sus imprescindibles:
Perderse en la Medina
Aquí someterás a prueba tu capacidad de orientación. Ubicarse en medio de su laberíntico zoco, lleno de todo tipo de productos y vendedores que harán todo lo posible por captar tu atención, se convertirá en una auténtica proeza. Pero relájate y déjate llevar por los aromas de las especias que pululan por todo el mercado, saca la negociante que hay en ti y entra en el juego del regateo de sus comerciantes sin ningún tipo de vergüenza. Prueba, toca, llévate un souvenir que te haga recordar tus días en Marruecos una vez terminado el viaje.
Activa todos los sentidos y disfruta de la Plaza Jemaa El Fnaa
Cuando empieza a caer la tarde, es el momento perfecto para encontrarse con locales y turistas en el corazón de la ciudad roja. Aquí encontrarás decenas de puestecitos de comida y un montón de gente disfrutando de toda la efervescencia que derrocha esta mítica plaza durante la tarde-noche. Olores, colores, sabores, idiomas diferentes… todo se entremezcla en un mismo lugar, en un mismo momento.
Degustar la exquisita gastronomía marroquí.
Cuscús, tajines, pastelás, hamburguesas de cordero… vete familiarizando con todos estos platos y nombres, porque una vez que los pruebes quedarán grabados en tu memoria gustativa para siempre.
Tomar el té al atardecer
El té a la menta estará presente durante toda tu estancia. Y el mejor lugar para disfrutarlo es cualquiera de las terrazas que despuntan en el centro de la ciudad, justo al atardecer.
Visitar el zoco de los tintoreros
Aquí podrás ver madejas de lana teñida secándose al sol, junto a todo tipo de objetos y productos.
Y si dispones de más días, no dejes de visitar sus costas. Como destino, la ciudad portuaria de Essaouira es una muy buena opción. También puedes descubrir las cascadas más altas del norte de África: las Cascadas de Ouzoud, o escaparte y pasar al menos una noche durmiendo en una jaima, en el desierto del Sahara, bajo un manto de estrellas.
¿Dónde dormir?
Las opciones de hospedaje son numerosas y con una calidad muy buena. SI tienes un presupuesto ajustado, podrás alojarte en un Riad cómodo, bonito y limpio por 20 eur la noche, por ejemplo. Pero si buscas lujo, o gran lujo, también contarás con múltiples opciones de muy alta calidad como la mítica Mamounia o como la Villa des Oranges.
¿Cómo viajar?
Viajar por libre es una posibilidad. Sin embargo, hacerlo con un viaje organizado, con un precio y un itinerario cerrado, te ahorrará muchas sorpresas y disgustos.
También te dará la oportunidad de tener una primera toma de contacto con una persona local. Resolver inquietudes, ubicarte un poco más y mejor en la Medina, y saber cómo y dónde moverte y dónde no.
¿Es seguro para una mujer viajar sola a Marruecos?
La respuesta es simple: sí, sí y sí.
Antes de marcharme a Marrakech fueron innumerables las voces que me advirtieron sobre lo poco acertada que era la idea de irme sola a un país como Marruecos. El tema árabe y musulmán, además del continente africano en sí mismo, suele crear bastante desconfianza y excesiva sobreprotección cuando se habla de seguridad, y más aún si se trata de mujeres solas.
Afortunadamente, no tuve a nadie que me pudiera acompañar y tuve la oportunidad de vivir la experiencia de moverme sola en esta ciudad y puedo decir con absoluta convicción que es una ciudad a la que no hay que temer.
Pero ojo, no confundamos el no tener miedo con el no tener cuidado. Y esto aplica para hombres y mujeres. Tenemos que mantener a la vista nuestras pertenencias. Aprender a discernir cuándo una persona nos quiere ayudar y cuándo nos quiere cobrar por ayudarnos. En definitiva, estar atentas pero sin miedo.
Que el ser mujer nunca te limite a cruzar fronteras y conocer nuevas culturas. Ábrete a nuevas experiencias, derriba los prejuicios y lánzate a descubrir el mundo como y con quien quieras. Creo que ésa la mejor manera de crecer, de aprender y de vivir.
Beatriz López Díaz
Editora de proximaparadalaluna.com
IG: @proximaparadalaluna