La Bolsa de Valores de Caracas es el principal actor del mercado de valores venezolano, con alrededor de 95 empresas cotizando, o dicho de manera más sencilla, vendiendo acciones o papeles de deuda.
El volumen de transacciones diarias en la Bolsa es bastante bajo en comparación con los mercados internacionales, promediando alrededor de 500.000 dólares al día. En contraste, la Bolsa de Nueva York (NYSE) tiene listada cerca de 3.000 empresas, con un volumen de transacciones diarias que puede superar los 6 mil millones de dólares.
La escasez de transacciones en la Bolsa venezolana confiere poca liquidez o menores posibilidades de comprar o vender un papel bursátil cuando se requiera del capital invertido.
Además, nuestro mercado podría calificarse como poco profundo, con una capitalización que podría alcanzar los 1,55 millardos de dólares. En términos sencillos la capitalización de mercado es el volumen de dinero que representan todos los valores o papeles bursátiles que existen en la bolsa local. Si comparamos esto con los 18 billones de dólares de la NYSE, que es sin duda la Bolsa más grande del mundo, podemos establecer una medida de lo pequeño del mercado bursátil venezolano.
Al igual que ocurre con la banca nacional, que tiene reducida la capacidad de otorgamiento de créditos, si una empresa quisiera emitir instrumentos en el mercado bursátil local con el objeto de financiarse existe una limitada absorción de estos instrumentos por parte de los inversionistas.
No obstante las debilidades que mencionamos, el mercado bursátil venezolano viene desarrollándose de manera interesante en los últimos años debido a que los instrumentos financieros que emiten y colocan las empresas cotizadas pueden ser realizados en bolívares indexados a divisas, e incluso, propiamente en divisas. Lo mencionado confiere estabilidad al precio de las acciones y bonos, lo que genera más confianza en los inversionistas.
De hecho, las emisiones en bolívares indexados realizadas en tiempos recientes han protegido a los inversionistas de las variables macroeconómicas que vivimos, observando rendimientos por encima de las tasas de devaluación e inflación.
En los mercados internacionales se siguen índices bursátiles como el Dow Jones, SP500, NASDQ, Eurostoxx, FTSE, DAX, IBEX, Nikkei y muchos otros, que dan cuenta del comportamiento de las acciones y bonos que hacen vida en las bolsas de valores de cada uno de los países.
En Venezuela, la Bolsa de Valores de Caracas, cuenta con el Índice Bursátil Caracas (IBC) que permite ver el rendimiento de los papeles que se transan en el mercado local. El IBC a lo largo de este año ha mostrado rendimientos de los papeles venezolanos entre un 10% a 20% por encima de la tasa de cambio, lo que muestra que los valores bursátiles de las empresas nacionales cotizadas son una buena alternativa para la protección del patrimonio y generación de dividendos a los inversionistas.
El principal reto que enfrenta el mercado de valores local es lograr la profundización y mayor liquidez o movilidad de sus valores, con miras a erigirse como una fuente significativa de financiamiento para las empresas locales.
A diferencia de la banca, el mercado bursátil nacional no tiene limitaciones de financiamiento en términos de encaje ni ha sido sujeto de bloqueo financiero por parte de los Estados Unidos, teniendo las posibilidades de “exportar” emisiones de papeles locales a cualquier parte del mundo que tenga apetito por invertir en nuestro país. Quizás allí exista una alternativa interesante para aumentar la capitalización de nuestra bolsa.
La gran oferta de inversiones y la liquidez son las principales ventajas del mercado de valores internacional. Los inversores pueden acceder a una amplia variedad de industrias y sectores, y tienen la flexibilidad de entrar y salir de sus inversiones con mayor facilidad.
Sin embargo, una desventaja es que los precios de las acciones y los montos a invertir suelen ser más altos, lo que puede dificultar la entrada para inversores con recursos limitados. Asimismo, el invertir en mercados internacionales puede ser más engorroso para los venezolanos de a pie, ya que debe contarse con dinero colocado en cuentas internacionales que permitan fondear los instrumentos de inversión que se desean adquirir.
El mercado de valores local permite a pequeños inversionistas venezolanos o extranjeros hacerse de acciones o bonos de empresas locales, ya sea en bolívares o divisas, a través de una cuenta de inversión abierta en una casa de bolsa sin costo alguno, permitiéndose montos realmente mínimos de inversión. Además, por el comportamiento de los papeles de las empresas nacionales, podemos asegurar un medio seguro de ahorro y de crecimiento patrimonial.
Oscar Doval | @OscarDoval_
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