El presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó hoy jueves el decreto mediante el cual formaliza el nombramiento de Mijaíl Mishustin como nuevo primer ministro.
«Designar a Mijaíl Vladímirovich Mishustin como primer ministro del Gobierno de la Federación de Rusia acorde al párrafo «a» del artículo 83 de la Constitución», reza el decreto, informó el Kremlin.
Mishustin, propuesto por Putin, recibió este jueves el respaldo de 383 parlamentarios de la Duma del Estado o Cámara Baja, mientras que 41 legisladores se abstuvieron y nadie votó en contra.
«Las personas tienen que empezar a sentir los cambios a mejor a partir de ahora mismo», dijo en su discurso ante los diputados minutos antes de la votación.
El presidente de Rusia también firmó un decreto en el que designa a Medvédev como vicejefe del Consejo de Seguridad que lidera el propio Putin, y otro segundo decreto para crear este nuevo cargo entre los puestos estatales de Rusia.
Mijaíl Mishustin, el nuevo primer ministro de Rusia, es un tecnócrata desconocido para el gran público y no tiene experiencia política, pero tiene profundos conocimientos en la administración pública, donde ha desarrollado toda su carrera.
«Es único. Como persona y profesional. Está alejado de los grupos políticos», dijo Andréi Koshkin, jefe del Departamento de Politología y Sociología de la Universidad Plejánov de Moscú.
El número 13
Este economista de 53 años es a partir de hoy el décimo tercer primer ministro de la historia de la Federación Rusa desde 1991.
Tiene un año menos que su antecesor, Dmitri Medvédev, que ejerció dicho cargo durante más de siete años (2012-2020) y presentó este miércoles la dimisión de su Gobierno en pleno, debido a las reformas constitucionales anunciadas por Putin.
No es del círculo más cercano del presidente ruso, pero se conocen bien: entre las aficiones de ambos figura el hockey sobre hielo, deporte que practican a veces juntos.
Mishustin es considerado un hombre de familia -está casado y tiene tres hijos- y habla muy bien inglés. Y no tiene manchas de corrupción ni tampoco escándalos en su currículum.
Logros en lo tributario
El nuevo primer ministro ruso nació el 3 de marzo de 1966 en Moscú y es un funcionario «gris» que inició en 1998 su ascenso en el Servicio Federal de Impuestos, agencia que dirigió desde 2010.
Supo rodearse de un equipo eficaz con el que reformó exitosamente la agencia tributaria y lo modernizó con las nuevas tecnologías.
De esta manera ha mejorado la imagen de esta institución entre los rusos. Gracias a su gestión, la recaudación de impuestos se incrementó incluso en tiempos de crisis económica.
Cursó estudios en la capital rusa en tiempos de la Perestroika (reestructuración) y se convirtió en catedrático de economía ya tras la caída de la Unión Soviética, en 1991.
Entre 1999 y 2004 ejerció el cargo de viceministro de Impuestos y Gravámenes y los siguientes dos años encabezó la agencia del catastro.
Afición por las tecnologías
Mishustin se ha labrado fama de «hombre del ‘futuro digital’».
El presidente del Tribunal de Cuentas de Rusia, Alexéi Kudrin, destacó este jueves que el nuevo primer ministro, siente «el pulso de la digitalización» y comprende la importancia de la tecnología para el desarrollo de los negocios y la economía.
Este perfil es así el ideal para los planes de Putin de digitalizar la gestión estatal.
Experiencia en el sector privado
También trabajó durante algunos años en el sector privado, en ámbitos como la gestión de activos y la informática.
De ahí que este jueves defendiera derribar las barreras para los negocios y recuperar la confianza entre el Gobierno y las empresas.
La revista Forbes estimó en 2009 su fortuna en 78 millones de rublos (1.2 millones de dólares al cambio actual), cifra que se redujo en 2018 a 18 millones de rublos (unos 292.000 dólares).