Miles de litros de agua corren libremente por la avenida Pedro Russo Ferrer, mejor conocida como bajada de El Tambor, a pocos metros de la entrada de la sede principal de Hidrocapital en la ciudad de Los Teques.
«Increíble, si en sus narices ocurre esto que se puede esperar que hagan en el resto de la ciudad», reseñaba indignado la mañana de este sábado Enrique Liendo, residente de El Nacional.
Narra que el nuevo bote está no sólo a escasos metros de las oficinas administrativas de la hidrológica, sino también de otro bote que fue reparado y en cuyos trabajos los obreros destruyeron la acera.
«Tenemos el drama en esta ciudad de tener esta empresa que se dedica a reventar calles y no repararlas y a una alcaldesa que sólo está pendiente de pintar y arreglar por donde pasa el rey», agregó Isidro Blanco.
Redacción El Tequeño
