Un grupo de militares detuvo este domingo al presidente de Guinea, Alpha Condé, en un intento de golpe de Estado que derivó en una declaración por parte del supuesto líder golpista sobre la disolución del gobierno y el cierre de fronteras.
Los acontecimientos se han precipitado desde primera hora, cuando varios medios locales se hicieron ecos de disparos con armas automáticas por parte de militares en Conakry y, en particular, en el barrio de Kaloum, un extremo peninsular de la ciudad que alberga importantes edificios, entre ellos el palacio presidencial.
Los accesos han quedado bloqueados, mientras los propios militares e incluso embajadas extranjeras han exhortado a los ciudadanos a no salir a la calle a la espera de que se esclareciese lo que estaba pasando. «Todo el mundo está en casa y se oyen disparos cada vez más fuertes», ha declarado un vecino de Kaloum, Mohamed Morgan, a la agencia de noticias Bloomberg.
Fuentes citadas por la emisora RFI y por el portal Jeune Afrique han identificado a los autores de los disparos como miembros del Grupo de Fuerzas Especiales, un organismo creado en 2018. El grupo tiene al frente a un antiguo legionario de las Fuerzas Armadas francesas, Mamady Doumbouya, a quien se ha visto ya en un vídeo difundido en redes sociales.
En él, Doumbouya repasa una lista de agravios atribuidos a Condé y su partido, incluidas actividades de corrupción y pobreza social, y anuncia que ha ordenado disolver las principales instituciones y anular la actual Constitución. También proclama el cierre de fronteras.
Los golpistas difunden también imágenes de Condé, al que muestran sentado en una butaca y rodeado de militares para demostrar su supuesto arresto, según el portal Guineenews.
Las imágenes contrastan con la primera reacción del gobierno guineano, que por boca del secretario general de la presidencia, Naby Yusuf Kiridi Bangura, quiso defender que «la situación está bajo control», según la agencia de noticias Bloomberg.
El presidente Condé ya sufrió en 2011 otro intento golpista, aunque las fuentes citadas por Jeune Afrique consideran que ahora la situación es más grave.
La rebelión militar consumada este domingo deriva de meses de tensiones políticas en los que Doumbouya ha tratado que su grupo ganase más peso. En mayo ya se llegó a especular con el posible arresto de este oficial.
Polémica por la reelección
Condé, de 83 años, arrancó su tercer mandato en diciembre de 2020, tras salir vencedor de unas elecciones que la oposición consideró fraudulenta. Su intención de seguir en el poder ya había provocado un repunte de las tensiones que se remonta a 2019 y que se saldó con varios muertos.
El actual mandatario llegó al poder en 2010 tras décadas como líder opositor bajo la dictadura de Lansana Conté y, para optar a un tercer mandato, precisó de un cambio en la Constitución.