Pasan los días y crecen las ilusiones de que en las próximas horas se tengan pruebas fehacientes que demuestren la ubicación y rescate de los cuatro niños indígenas que llevan medio mes desaparecidos en la selva después de que se accidentarán en una avioneta en San José del Guaviare.
En medio de la incertidumbre, se conoció un audio con el más reciente reporte de las fuerzas especiales que adelantan el rescate de los menores en Guaviare, anunciando que se acercan las horas finales de la Operación Esperanza que, además, está acompañando el papá de los niños junto a indígenas de la comunidad Araracuara.
«Estamos en las horas finales de la Operación Esperanza, que pasará a ser un milagro. Dios con los cuatro menores y con nosotros. Hoy es un día de gloria para ellos, para su familia, para Colombia y para el mundo. Ánimo mis comandos; sólo nosotros logramos lo imposible y lo logamos rápido. Cada operación especial es para proteger y salvar la vida de cada colombiano», dice el audio de las Fuerzas Militares.
La busqueda no ha parado
En el audio también precisan que los comandos en la selva de Guaviare no han parado con la operación de búsqueda y rescate de los menores, pero que además están avanzando con una estrategia conocida como «frente ancho», la cual se desarrolla haciendo ruido, prendiendo fogatas, bengalas y visores nocturnos para encontrar a los niños.
Hay que recordar que a estas unidades de búsqueda se han unido un avión fantasma que ha lanzado bengalas para orientar la búsqueda en tierra y un helicóptero Huey haciendo perifoneo con un mensaje de la abuela de los niños para tratar de que se quedan en un solo lugar.
El llamado de las familias de los niños
Las familias de los niños desaparecidos tras el accidente aéreo en límites entre Caquetá y Guaviare pidieron rechazaron las “falsas expectativas” sobre su aparición y pidieron claridad en la información.
En un comunicado, las familias de Lesly Mucutuy, de 13 años; Soleiny Mucutuy, de 9; Tien Noriel Ronoque Mucutuy, de 4, y de Cristin Neriman Ranoque Mucutuy, de 11 meses, pidieron responsabilidad a la hora de divulgar las noticias relacionadas con el tema.
“La salud física y emocional no es juego que puede ser borrado y/o fácilmente olvidado”, dicen en la comunicación de siete puntos.
“Pedimos solidaridad con la decisión de guardar silencio y tramitar el dolor desde la intimidad y espacios pueblos como pueblos indígenas. La persecución de los medios de comunicación para dar declaraciones no solo no desconoce nuestros derechos, sino que nos violenta y aviva el dolor”, dice el comunicado.