Gran parte de los cinco millones y medio de migrantes venezolanos que hay en el mundo no tiene un camino claro para acceder a la vacuna contra COVID-19. Según un informe del centro de pensamiento Wilson Center, los principales países receptores en la región estarían excluyendo de sus planes de vacunación a inmigrantes indocumentados.
Por Jaime Moreno / vozdeamerica.com
La profesora Jacqueline Mazza, investigadora de la Universidad Johns Hopkins y coautora del estudio, cuestiona que se ponga como requisito ser residente regular.
“La preocupación es que no se está usando un criterio de salud para acceder a la vacuna en población vulnerable y podrían no tener el acceso que ellos necesitan”, explica la académica experta en estudios latinoamericanos.
De acuerdo con el informe del Wilson Center, Colombia y Perú, que son los países con más venezolanos en su territorio seguidos de Chile, Ecuador y Brasil, sólo están vacunando a inmigrantes regularizados. Argentina, por su parte, en teoría los incluye, pero no están en la lista de grupos prioritarios.
“En algunos casos, mi preocupación más grande es que a veces la política interna marca el clima de hacia dónde van las decisiones con los refugiados y se toman decisiones calculando en cómo quedas en la opinión pública del país y no, necesariamente, en cómo beneficiar más o proteger más a un refugiado”, asegura Miguel Pizarro, delegado de Juan Guaidó ante las Naciones Unidas.
Colombia es el país con más población venezolana. Sin embargo, por el momento, las vacunas contra COVID-19 sólo se le aplican a los inmigrantes regulares y afiliados al sistema nacional de salud.
“Para lograr las coberturas efectivas necesitamos indispensablemente incluirlos (a los migrantes); pero en el marco del COVID-19 hay unos escenarios que tenemos que considerar, dados por una escasez de vacunas, una disponibilidad progresiva, unas vacunas nuevas, unos biológicos que requieren, una gestión del riesgo, aplicaciones muchas veces de esquemas de dos dosis y, adicionalmente, la necesidad de monitorear los eventos adversos”, dijo Julián Fernández, director de epidemiología del Ministerio de Saludo de Colombia.
Todo en ello en un contexto que incluye el proceso en curso de regularización de los migrantes a través del Programa de Protección Temporal que está implementando el gobierno de Colombia.
Independientemente de los planes de vacunación de cada país, expertos apuntan a que la vulnerabilidad de la población migrante y su acceso diferencial a las vacunas podría demorar el control de la pandemia en Latinoamérica.